Seguro que no lo verán como noticia destacada en la mayoría de los medios de comunicación, pero ha sucedido este fin de semana, y es muy importante y además, envía un mensaje de esperanza a toda Europa.
Se ha celebrado en Irlanda, un referéndum propuesto por la coalición de gobierno de aquel país para modificar la Constitución en dos aspectos clave, sobre el papel de la familia y el reconocimiento como madre de la mujer.
En realidad, el Gobierno pretendía establecer la ideología de género, siguiendo al globalismo y a la destrucción social.
La derrota de las dos propuestas realizadas, ha sido histórica: un 73 por ciento votó en contra de suprimir la referencia a la mujer en la Carta Constitucional y un 67,7 votó en contra de cambiar la definición de familia que recogía la Constitución.
En definitiva, el Gobierno, por cierto con la vergüenza de democristianos en sus filas, ha quedado señalado como muy ajeno a la opinión de la inmensa mayoría de los ciudadanos de Irlanda, en realidad, ha quedado en ridículo.
El laboratorio de ideas globalistas que sale del Foro de Dávos y de la ONU, ha quedado reflejado como un instrumento pernicioso para la sociedad y nos abre la esperanza de que algunas sociedades se están dando cuenta, de a donde nos quieren llevar con ideas peregrinas y tóxicas a corto y medio plazo, para establecer un control social y destrozar el núcleo básico de la familia natural
Un falso modernismo, que unido a la cultura de la muerte que tratan imponer, nos lleva al desastre moral, ético y social.
Es necesario, que la sociedad sea consciente de este malicioso proceso, para combatirlo.