La verdad nos hace libres y la verdad, sobre todo lo relativo a la pandemia del COVID 19, está aún por saberse; me refiero a la verdad científica, que fue totalmente manipulada, con unos encierros innecesarios y a la vista está, perniciosos.
De momento se están dando pasos importantes, que a pesar de la complicidad de muchos gobiernos en la oscuridad de las informaciones, se abre poco a poco paso, como está sucediendo en Estados Unidos y en Alemania.
En este último país, una persona demandante contra Astrazeneca, ha logrado un primer éxito ante Tribunal Superior de Bamberg.
La fabricante Astrazeneca, según las informaciones, ha sido obligada a informar sobre todos los casos de trombosis sufridos por personas inyectadas con su producto.
En Alemania hay ciento de casos, en los tribunales pendientes, por haber sufrido efectos secundarios de las vacunas que afectan a varios fabricantes.
Este proceso, puede dar lugar a indemnizaciones multimillonarias, por parte de los fabricantes a las personas afectadas.
El caso de referencia de Bamberg, se trata de una mujer de 33 años de edad, que tras ser vacunada cayó en coma y aún sufre las consecuencias.
Solicita una indemnización de 250.000 euros, 600.000 euros por daños a futuro y 17.200 por lucro cesante.
Poco a poco, sobre todo, en los países con más información y conciencia ciudadana, ser irá abriendo brecha en este asunto y en otros como los confinamientos, que demostraran si duda, uno de los escándalos más grandes de la historia, al tiempo.
Todo ocurrió, por no seguir a la ciencia y seguir a otros intereses desconocidos por el momento.
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