Me contaba días pasados una persona, que trabaja en un comedor escolar, el grave problema que están detectando de una mala alimentación de los niños en cada vez mayor número de casos.
Niños, que nunca han comido prácticamente una pieza de fruta, ni un plato fuerte, sino que preferentemente se alimentan a través de pasta y productos ultra procesados.
Me decía esta persona, que en alguno casos, la realidad supera a la ficción respecto al déficit alimenticio en algunos niños y jóvenes.
Un reciente estudio llevado a cabo por el Instituto Universitario CEU Alimentación, en colaboración con Fundación Mapfre, recoge precisamente una importante deficiencia en la alimentación y seguridad nutricional de niños y adolescentes.
Insuficiencia en el consumo de frutas, verduras, carne y pescado y aumento de productos ultra procesados, detectando el estudio una correlación entre las tasas de pobreza y obesidad.
Por otro lado según Aldeas Infantiles SOS, se calcula que 1,5 millones de hogares de España viven una emergencia de falta de alimentos.
Todo ello demuestra un fracaso social, y un retroceso en la calidad de vida de los españoles, mientras que tenemos que escuchar continuamente por parte del Gobierno y de los políticos en general, que tenemos un “estado de bienestar”.
Es verdad, no dicen para quién, me supongo que serán para una clase política cada vez más incompetente, que vive de espalda a los problemas reales.