El que la señora Teresa Ribera, sea elegida finalmente como Vicepresidenta y Comisaria de la UE, es un insulto al sentido común, y una muestra clara, de como las instituciones europeas, viven de espaldas a los ciudadanos, demostrando ser unas élites políticas sin sentimientos, en realidad, es un ejemplo de que el sistema político de la UE está “podrido”.
Después de la desastrosa gestión de esta señora como Ministra, el remate total, ha sido la falta de empatía y diligencia para mostrar solidaridad con los afectados por la tragedia.
En casi veinte días, la señora Ribera, no ha tenido tiempo para visitar la zona, queda por lo tanto todo dicho.
Ante estos hechos, el “órdago” lanzado por el Partido Popular del señor Feijoo, de no apoyar a esta señora, se ha visto traicionado por sus socios europeos, en concreto, por el señor Weber, responsable del grupo parlamentario, al ceder su apoyo a una persona con fuerte rechazos en su país de origen.
Ante ello, el PP de España, sólo debiera tener una salida: dejar en suspenso su pertenencia al Grupo Popular en el Parlamento Europeo.
Nada hará, y quedará fotografiado, como un partido sin credibilidad alguna, además del desprestigio ante sus propios electores.
En definitiva, la UE, cada vez se parece más a una especie de mercado de vanidades y de poderes extraños, que no representan las necesidades de los ciudadanos, lo que no debiera extrañar, que cada vez sean más las voces que hablan de lo prescindible de una institución como la UE, que no soluciona nada, y sólo sirve para que un “casta” de políticos y funcionarios vivan a “cuerpo de rey”.