Estamos posiblemente ante un escándalo mundial de proporciones no conocidas hasta ahora, y de confirmarse, después del exhaustivo informe de más de quinientas páginas, elaborado por el subcomite especial sobre la pandemia de COVID-19 de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos, compuesta por congresistas de los partidos Demócrata y Republicano; debiera llevar a cientos de dirigentes de todo el mundo ante los Tribunales de Justicia.
El informe muy exhaustivo, y por cierto demoledor en algunos apartados, respecto a las decisiones adoptadas durante la pandemia, recoge criticas muy fuertes al proceder de la administración Trump, al inicio de la pandemia como a la administración del Presidente Biden.
En el trabajo recogido después de dos años de trabajos de expertos consultados que han comparecido el citada Subcomisión de la Cámara de Representantes, se dice que el virus no procedía de ningún pangolín, como se dijo, sino procedía de un laboratorio de Wuhan, posiblemente debido a un experimento de ganancia de función, experimento en el que pudo intervenir la industria norteamericana.
También se recoge que los confinamientos, provocaron enormes daños físicos y también psíquicos, sobre todo a los más pequeños.
Respecto a la llamada vacuna, se considera que nunca sirvió para detener las propagación ni la transmisión del virus.
Sobre el uso de las mascarillas, se considera que no eran necesarias ni tampoco la distancia social.
Se critica, con dureza el proceder de la OMS durante la pandemia.
En definitiva, para este Subcomite, la gestión de la pandemia se considera como un pozo de corrupción, opacidad y abuso.
Ante estas conclusiones, la pregunta que debiera surgir en España, esta relacionada con el proceder de la mayoría de la clase política, medios de comunicación, que tuvieron una forma proceder dictatorial, censurando a profesionales y a importantes científicos, como por ejemplo los que realizaron la llamada declaración de Great Barrington, rubricado el cuatro de octubre de 2.020, muy critico con la forma de abordar la pandemia.
Nadie en España, pedirá perdón, ni los Colegios de Médicos que debieran de haber tenido sus dudas en todo el proceso, tampoco lo pedirán, aunque muchos y buenos profesionales al menos tenían sus dudas, de como se estaba abordando la pandemia.
Una ola de miedo a buscar la verdad se impuso con un mensaje único sobre la población.
Muchos queremos saber la verdad, no se trata de tener razón, lo importante es la verdad científica.