España, corre el serio riesgo, de perder competitividad y quedar como un mero país de servicios, con una alta dependencia del exterior en el abastecimiento energético.
Si finalmente se apagan las centrales nucleares, como quiere de manera incomprensible e irresponsable el Gobierno, el riesgo de cortes de energía en momentos de gran demanda, puede ser un hecho, con el consiguiente problema para la población y para la industria.
Por otro lado, depender de adquirir energía eléctrica en el exterior, es un riesgo también grande, porque puede haber momentos que por tener una gran demanda interna, lo países de nuestro entorno, no puedan facilitarnos la energía necesaria para nuestras necesidades como nación y en caso de poder hacerlo será a un precio nada competitivo.
A nivel estratégico, tampoco tiene justificación alguna, depender de suministradores externos, en momentos de crisis internacionales de cualquier tipo.
En definitiva, es incomprensible, la posición del Gobierno de España, en su intento de cerrar las centrales nucleares, que además, crearan pobreza y despoblación en los lugares donde esta ubicadas.
Sólo, desde una posición ideológica radical o desde intereses desconocidos, se puede defender una posición como la que pretende el Gobierno de España.