El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez y el señor Rodríguez Zapatero, parecen tener la extraña virtud de casi siempre, intimar con los dirigentes mas antidemocráticos del mundo y con las dictaduras más atroces.
En realidad, es una extraña virtud, que salta a la vista.
Venezuela, China, Irán, Cuba, países todos ellos donde la opresión, la persecución del disidente y el misterio son prácticas habituales.
Esta semana, el señor Sánchez, parte para China, una de las dictaduras más atroces del mundo, donde desaparecen personas y que encabeza la lista de países con más ejecuciones; así por ejemplo, la semana pasada desapareció de la escena pública sin saberse nada, el segundo General de más alto rango en China, el General He Weidong.
Hacer negocios con China, es fortalecer el poder de un sistema que atenta contra los derechos humanos.
El viaje a China de Sánchez, es una prueba más de la deriva de un Gobierno que parece entenderse mejor con los que no respetan la libertad y los derechos humanos, con tal que sean de izquierdas y haya negocio.
En cuanto a los aranceles, China bate todos los registros, además de no respetar la propiedad intelectual, lo que hace que cualquier negocio que allí se instale corre el riesgo de ser copiado, impidiéndose la creación de empresas con mayoría accionarial de los inversores.
Vamos, la inseguridad jurídica al máximo nivel.