El incendio de las baterías de los coches eléctricos, se está convirtiendo en un gravísimo problema de seguridad en el transporte marítimo, demostrando el gran fracaso de seguridad que en caso de incendio pueden causar las baterías, como ha ocurrido recientemente en un garaje de Madrid, causando dos muertes de bomberos y la gravedad de otros afectados por los dañinos gases que genera el fuego de las baterías.
El pasado miércoles el importante puerto de Zeebrugge fué escenario de otro grave incidente, que ha causado daños de gravedad en el buque ro-ro MB DELPHINE de la naviera CLDN, el buque más grande en carga rodada para distancias cortas.
El citado buque, cuando se encontraba atracado en dicho puerto sufrió un aparatoso incendio en uno de sus garajes, donde se encontraban aparcados doscientos coches, sesenta de ellos eléctricos, donde se inicio el fuego, obligando el capitán a tomar la decisión de declarar el abandono del barco de su 26 tripulantes.
Durante muchas horas, cuatro remolcadores de BOLUDA TOWAGE, estuvieron lanzados grandes chorros de agua, por la banda de estribor del buque para evitar un recalentamiento de la estructura y también desde el propio puerto por la banda de babor se acometió el enfriamiento del casco.
El sistema de CO2 del buque enfrió en parte el garaje afectado, teniéndose que enviar después desde Amberes varias cisternas con nitrógeno para poder controlar definitivamente el incendio, prácticamente veinticuatro horas después, dado que no se abrieron las puertas de los garajes para evitar que la entrada de oxigeno reavivará el fuego, debido a las temperaturas de treinta y cuarenta grados que se registraban a pesar del tiempo transcurrido.
En definitiva, un desastre más de una tecnología que visto lo visto crea gravísimos problemas de seguridad en caso de incendio de las baterías.
Cabria preguntarse, si los señores de la Comisión Europea y sus técnicos reconocerán su grave responsabilidad a la hora de tratar de implementar vía decreto la utilización de este tipo de vehículos.
Todo un escándalo, que una parte de los medios trata de ocultar.