Durante los últimos días, con motivo de la elección del nuevo Papa, León XIV, una parte importante de los medios de comunicación, ha tenido el atrevimiento, de hacer especulaciones lamentables de todo tipo, por parte de algunos profesionales que en demasiados casos, se han dedicado a confundir sus deseos, con la realidad.
Llama la atención, como los fieles Católicos, tenemos que escuchar lo que la Santa Madre Iglesia, deba hacer o no hacer, lo que el Santo Padre debe de pensar y qué asuntos deba abordar en boca de personas que en demasiados casos, tratan de influir con ideas contrarias a nuestros valores.
Personas que en muchos casos, desprecian todo lo sea católico, los valores del cristianismo y la extraordinaria labor de la Iglesia a través de los siglos, en definitiva, tienen la osadía de decir lo que se debe de hacer, claro, siempre que sea coincidente, con la modas más mundanas del momento.
No respetan y confunden a muchas personas de bien, con sus comentarios, gran parte de ellos, sólo muestran imposición de ideologías y de nuevas modas, muchas de ellas deleznables, y que olvidemos las bases del Evangelio y la tradición de siglos.
La mayoría de ellos, confunden a la Iglesia Católica y su obligada fidelidad al Evangelio y al Magisterio, con una especie de ONG.
No es que los católicos seamos perfectos, ni mucho menos, y por supuesto cometemos muchos errores, pero es una falta de profesionalidad y respeto, no dejar que la Iglesia, aborde de forma libre y con fidelidad al Evangelio su acción salvadora, siendo faro y luz para nuestra forma de ser y actuar.
«Mi reino no es de este mundo, dijo Jesús(Juan 18-36), si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos».
Por lo tanto señores comunicadores, respeten a la verdad, respeten a millones de católicos de todo el mundo, que no les decimos a ustedes, lo que deben de decir o hacer y mucho menos, tenemos la osadía de opinar con tanta ligereza como muchos de ustedes, sin tener conocimiento alguno de la realidad de la Iglesia y de sus millones de fieles.