En el mes de Julio, el Partido Popular tiene previsto celebrar en Madrid su Congreso Extraordinario.
Sin duda, es una oportunidad única, de recuperar los que fue su esencia ideológica desde su fundación y abandonar el oportunismo y los vaivenes, a los que ha sido sometida esta formación por parte de su dirección nacional, desde la presidencia del señor Mariano Rajoy, siguiendo por la presidencia de Pablo Casado, hasta la actualidad.
Han sido, unos años, en los que políticamente los dirigentes han abandonado el clamor de sus militantes de base y han dejado sin apenas contenido ideológico a una formación que en cada Comunidad Autónoma aplica unas premisas ideológicas diferentes.
En este Congreso, se hace necesario, vital, dejar clara la ideología a poner en práctica, y recuperar de una serie de valores fundamentales, tales como la defensa de la libertad, bajada de impuestos, control de gasto público, independencia del poder judicial, políticas claras frente al independentismo, protección de la pymes autónomos y agricultores y ganaderos, renuncia a la Agenda 20-30 y algunos puntos más fundamentales que den fiabilidad de cumplimiento a sus potenciales electores.
No debemos perder la esperanza, aunque la actual dirección y los encargados de redactar la ponencia política no nos hacen ser muy optimistas, salvo que los compromisarios de base hagan valer su sentido común y apego a la realidad y a través de sus propuestas cambien estas ponencias.
Tiempo al tiempo.