En la Italia del periodo comprendido entre los años 1992-94, se desenmascaró una gran red de corrupción, conocida como «tangentópoli», que después de muchos meses de valientes investigaciones por parte de la Justicia de Italia, encabezada por el fiscal Di Pietro y con el impulso de la asociación Manos Limpias del país alpino, fue llevando a los tribunales a una parte importante del poder político del momento, representado principalmente por el Partido Socialista Italiano (PSI).
El político socialista Mario Chiesa, tiro del hilo tras su detención y ello llevó a que fueran investigadas unas 5.000 personas, encarceladas 1.200 personas entre empresarios y políticos y se produjeran durante el periodo de investigación un número importante de suicidios.
Lo que sucede en la actualidad en España, con conocimiento cada día de casos y conversaciones de máxima gravedad que afectan principalmente al entorno del Gobierno, y que están dejando al sistema democrático y a los ciudadanos casi indefensos, no creo que por el momento llegue a lo que fue la «tangentópoli», en número de encausados y gravedad, pero camino de ello lleva, si no para antes.
Claro, en España, nos falta que los ciudadanos sean conscientes de la realidad de lo que ocurre, nos falta unos Fiscales que puedan ejercer su independencia con claridad y tranquilidad y nos falta que algunos medios de comunicación muy poderosos, no oculten la realidad de lo que está ocurriendo.
Da la impresión, después de conocer las últimas declaraciones de algunos personajes involucrados, que se ha abierto la veda y que ahora puede ser imparable tapar la verdad.
Sólo falta, que no haya personajes como Úrsula Von der Leyen que miran hacia otro lado sobre lo que ocurre en España, sonría con el señor Sánchez y se preste a todos sus «trucos» de imagen. La señora doña Úrsula, que persigue a Orbán y a todo a lo que no aparezca globalista, debe de ser abandonada por el PP español de una vez para siempre, entonces si que Feijoo, ganaría en credibilidad, mientras el PP siga soportando a esta señora, todo será una incoherencia.
Es necesario servir a los ciudadanos españoles en esta hora, y no a lo que parecen ser intereses de Soros.