Una parte importante de la izquierda actual, está perdiendo su propia razón de ser y por ello se radicaliza y trata de imponer políticas absurdas, que no mejoran en prácticamente nada el bienestar de la sociedad.
El éxito de la políticas socialdemócratas en los años sesenta . setenta y principios de los ochenta en países de Europa como Suecia, Alemania, Dinamarca combinaban perfectamente la libertad de las personas y el progreso social.
Nada de eso queda ahora en la actual izquierda radical, que sólo parece tratar de endeudar a los países sin limite y controlar con medidas climáticas absurdas que sólo traen retroceso y división.
El aumento de lo que llaman radicalidad, es una muestra del fracaso tanto de la izquierda como de los llamados partidos de centro que con sus políticas de los últimos años, han hecho retroceder en calidad de vida, sobre todo a las clases medias y trabajadoras, además de generar políticas contrarias a la libertad, con el único objetivo de «taponar» su propio fracaso.
La única solución a la gran crisis política y social que vivimos, está en la implementación de medidas pensadas para mejorar la vida de las personas, generando espacios de libertad, fuera de controles que sólo alimentan el beneficio de unos pocos.
En anquilosamiento de la vida política es la muestra palpable de un gran fracaso de los partidos gobernantes en los últimos años. Ni más ni menos.