Muy lejos de lo que puedan decir los medios oficiales y extraoficiales cercanos al Gobierno, la reciente comparecencia de Pedro Sánchez en la Comisión del Senado que investiga diferentes casos de corrupción, fue una autentico fiasco para la ya de por si mermada credibilidad del Presidente del Gobierno.
Dadas las contestaciones y a tenor de ellas, podría decirse que este señor, más parece ser Presidente de Madagascar que de España, porque no se entera de nada o mejor dice no enterarse de nada.
Alguien, que no tiene nada que esconder, aporta datos, detalles y se muestra tranquilo sin ningún tipo de simulación, lo que no sucedió, sino todo lo contrario.
Alguien, que dice verdad y no tiene miedo a decirla porque defiende su correcta actuación, no dice 18 veces «no me consta», 11 «no lo sé o seis «no recuerdo».
Es decir, hay que ser un «hooligan» del Presidente para poderle creerle en algo, en realidad, está culminando una trayectoria que le puede llevar a liderar el campeonato de la mentira y del engaño.
Lo peor de todo, es que hay todavía personas que le creen, lo cual es un serio problema para nuestro futuro.
