Mientras que la UCO revela nuevas conversaciones de la trama de las mascarillas, donde ya aparecen comunicaciones entre el ahora Ministro Víctor Torres en su etapa de Presidente de Canarias, en donde ofrecía a Koldo agilizar el pago de las mascarillas; mientras que en el Tribunal Supremo, se juzga por primera vez en la historia de España a un Fiscal General, mientras el Magistrado Leopoldo Puente del Tribunal Supremo, ha decidido enviar a José Luis Ábalos, Koldo García y Víctor Aldama a juicio, por presunto cohecho, pertenencia a organización criminal, tráfico de influencias y malversación de caudales públicos, resulta que Carlos Mazón, el hasta ahora Presidente de la Comunidad Valenciana, un linchamiento mediático injusto organizado y desproporcionado, le ha obligado a dimitir y pasará a su segundo, el testigo al mando de la Comunidad.
Carlos Mazón, como él mismo ha reconocido, cometió errores de comunicación, de improvisación de falta de reflejos para decir claramente la verdad desde el primer minuto que tuvo real conocimiento de la tragedia, pero el Presidente de la Comunidad no era el responsable de que la Dana descargará 630 litros por metro cuadrado en un corto espacio de tiempo, Mazón, no era el responsable de que durante veinte años la Administración del Estado, no hubiera desarrollado las obras necesarias en algunos barrancos, no era tampoco el culpable que los servicios de emergencia del Estado, el Ejercito tardaran en llegar horas y que no se dejaran en los primeros momentos como al parecer sucedió la salida de algunas unidades militares con base en Valencia, tampoco es el culpable que las inversiones del Estado lleguen con cuenta gotas y que de lo prometido por Sánchez no se cumple casi nada y que por lo tanto la reconstrucción total, según dicen los contratistas puede aún tardar diez años.
Si Mazón ha tenido que dimitir, debiera dimitir de manera inmediata la entonces Ministra de Transición Ecológica Teresa Ribera, que durante la tragedia se encontraba en París consiguiendo apoyos para ser Vicepresidenta de la Comisión Europea y que en ningún momento asumió responsabilidad alguna y que encima fue premiada por la Comisión Europea con un alto cargo, con los votos también del PP europeo, y el voto en contra de los diputados españoles de esa formación; algo totalmente insuficiente, ya que Núñez Feijoo, debiera en ese mismo momento haber amenazado con romper con el Grupo Popular y haber retirado sus diputados de tal disciplina, sin embargo, en un acto de cobardía, Teresa Ribera, fue elegida Vicepresidenta de la Comisión
Si el Partido Popular, quiere recuperar al menos algo de la credibilidad perdida al dejar a Carlos Mazón desasistido, debe de romper ya en Bruselas con el Partido Popular Europeo, mientras mantenga en su cargo a Teresa Ribera, este asunto debiera de ser innegociable, pero una vez más la cobardía del llamado centro derecha, dejará a sus votantes y simpatizantes desencantados y cada vez más convencidos de la incapacidad política y estratégica de los máximos dirigentes populares.
Una refundación del PP con otros dirigentes es urgente, aunque posiblemente sea ya tarde y mucho me gustaría equivocarme, el síndrome de UCD puede repetirse, aunque sea por otros motivos.
