El Congreso de los Diputados, ha aprobado los Presupuestos Generales del Estado que ahora serán debatidos en el Senado, antes de su aprobación definitiva.
Si en política existiera una responsabilidad social como en las empresas, a buen seguro que en pocos meses, una vez que se compruebe que son unos presupuestos que se basan en unos ingresos prácticamente irrealizables, y que si se cumplen en el capitulo de gastos, nos pueden llevar a un déficit muy peligroso e inasumible; habría que presentar demandas contra los responsables directos e indirectos, pero claro, en política parece que esta norma no existe
En definitiva son una especie de “estafa” política a los ciudadanos que dejaran sumamente endeudada y menos libre a la sociedad en su conjunto.
No pueden ser buenos unos presupuestos que les guste a los enemigos de España, a aquellos que sólo les interesa fragmentar la unidad nacional y “embarrar” el camino de la concordia.
Deberíamos los ciudadanos exigir responsabilidades a los partidos políticos que han apoyado con sus votos, unas cuentas que aumentan el gasto corriente y no productivo y que en casi nada contribuirán a salir de la crisis, sino más bien a agravarla.
Vergüenza les debiera de dar a aquellos diputados que apoyan unas cuentas, que tanto daño nos harán a corto plazo, tiempo al tiempo.