Sin duda, antes o después sabremos muchas cosas sobre la forma en que se ha gestionado en los diferentes países, la pandemia COVID-19.
La filtración con grabación incluida, de una conversación entre la Ministra del Interior de Israel, Ayelet Shaked, uno de los países con más personas vacunadas, y la Ministra de Salud Nitzan Horowitz, sobre la utilidad de los pases de vacunación, es un autentico escándalo, que no ha transcendido a la mayoría de los medios de comunicación españoles.
En la conversación se decía entre otras cosas, que el autentico objetivo de los pases sanitarios, es que la población se vacune.
Es decir, se ha instalado en muchos dirigentes, una especie de “religión” totalitaria e inexplicable, que no sabemos a que intereses se debe.
La perdida de credibilidad de las autoridades sanitarias a nivel global, es algo obvio y es debido a los continuos cambios de opinión, con mentiras incluidas que sólo obedecen a criterios económicos y de control poblacional.
Es la hora de que los Tribunales de Justicia, abran un proceso de investigación global para pedir responsabilidades personales y políticas a una gestión en la que se ha evitado el debate científico en beneficio de las farmacéuticas con fuertes intereses cruzados en la OMS y hasta en muchos Gobiernos.