La libertad y la democracia es obvio, es totalmente incompatible, con el régimen comunista de China.
Se acaban de celebrar elecciones en lo que hasta ahora era la ciudad autónoma de Hong Kong, la antigua colonia británica, que vivía un experimento de libertad a pesar de pertenecer a China y dicho experimento, acaba de ser eliminado definitivamente por el régimen de Pekín.
No ha disimulado para hacerlo, ha impedido directamente, poder presentarse a los recientes comicios a las formaciones no se consideradas patriotas, es decir, dicho con otras palabras, fieles a Pekín.
El resultado ha sido, que sólo han votado el treinta por ciento del censo electoral, lo que deja sin la mínima pluralidad al sistema, que cada vez se ve más sometido a los intereses comunistas de Pekín y que incluso está llevándose a las cárceles de otros lugares de China a los disidentes de la ex colonia.
China, vive bajo un régimen de terror, es una amenaza para la libertad y para la paz y debe de ser apartada de los intercambios internacionales, por su política contraria a una mínima defensa de los derechos humanos.
China, es en si un problema de gran calado par la humanidad, no querer verlo es “estar ciego”.