Miedo, miedo, en vena, es una de las características de los tiempos actuales.
Gobernantes y medios de comunicación, utilizan el miedo de forma permanente mediante la exageración e incluso la mentira.
Una sociedad atemorizada, es una sociedad que no es libre y así es fácil manipular los deseos de una élites.
Por un lado, una sociedad sin valores y sin criterios firmes, que avalen su forma de actuar, está a merced de intereses totalitarios y muy peligrosos.
La UE, se está convirtiendo merced a la actuación de unos burócratas muy pagados, en una especie de “caballo de Troya” que en base a normas y criterios nada consultados con la población, quiere imponer una especie de dictadura de forma de pensar y actuar. Con apariencia democrática, se quiere imponer el pensamiento único y así tener las “manos libres” para hacer lo que les de en gana.
Úrsula Von Der Layen, se ha convertido en el adalid de este tipo de aventuras muy peligrosas, ahora quiere modificar los Tratados de la Unión, para dar más poderes a la Comisión y para que con mayoría simple se puedan tomar decisiones en el seno de la UE.
Es decir, se quiere un “trágala” que afortunadamente ha tenido una respuesta inmediata de un buen número de países.
Después de el “desastre” en la gestión de la pandemia de COVID-19, la compra de vacunas que han sido un fiasco y el pasaporte COVID en contra del propio acuerdo del Consejo de Europa, la Comisión no merece ningún tipo de confianza y debiéramos preocuparnos mucho en el futuro de su forma de actuar.
Otra Europa, como la que soñaron los padres fundadores, es posible, una Europa con valores y respeto profundo a los ciudadanos y no una Europa en manos de personas sin escrúpulo ni valores.