“ATROPELLO Y DESPROPOSITO”

No es de recibo, ni debiera ser consentido la vulneración al derecho al trabajo.

La actuación de “piquetes” impidiendo la actividad en ASTANDER, es un atropello y un despropósito.

Más del noventa por ciento de los 1.700 trabajadores, españoles y extranjeros que en estos momentos desarrollan sus trabajos en el astillero santanderino, no están afectados por el convenio del metal, al regirse por otro tipo de acuerdos de empresa y de otros sectores, por ello, la actuación de una minoría impidiendo el desarrollo normal del trabajo en un atropello a la legalidad.

Seguro que los trabajadores del metal de Cantabria, tienen sus razones para realizar está huelga, pero también es seguro, que no es el momento que vivimos el más oportuno para realizarla, con una crisis por medio de grandes proporciones.

Sin embargo, este tipo de actuaciones como el impedir el desarrollo libre de su trabajo a otros sectores, les hace perder mucha de la posible razón que puedan tener.

Tener un Astillero como ASTANDER parado con una carga de trabajo que puede perderse sin tener nada que ver en ello es muy lamentable y la autoridad competente debiera actuar, como es su deber: el de mantener la legalidad y la seguridad jurídica.

Por su parte PYMETAL, la patronal de este sector aún sabiendo que la situación es complicada, debiera de contribuir, con gestos y formas a bajar la tensión y conseguir un acuerdo.

Mientras ello ocurre, el derecho de huelga debe de ser compatible con el respeto a otro sectores y de no hacerlo, la autoridad competente, debe tomar las medidas que fueran preciso para evitar daños irreparables a sectores que nada tienen que ver.