La escalada de tensión provocada por Estados Unidos a través de su presidente Joe Biden y ahora a través de la señora Pelosi, Presidenta de la Cámara de Representantes, con su visita innecesaria a Taiwán, es de suma gravedad e irresponsabilidad.
Los mismos que “cebaron” durante las última década la economía de China y hacían negocios con un país que “patalea” los derechos humanos, ahora se dedican a provocar y ponen al mundo en un grave y peligrosa situación.
Joe Biden y su administración, son un desastre total, culpables de la actual crisis energética por sus medidas extrema de coacción a Rusia.
Si fuera, la administración del anterior Presidente, Donald Trump, estarían los medios de comunicación occidentales acusándole de todos los males, pero la verdad es que con Trump, no se hubiera llegado a los actuales extremos.
Biden y su Gobierno, muy débil ante sus propios ciudadanos, trata de desviar la atención provocando conflictos diplomáticos en vez de buscar acuerdos y diálogo.
China, es un peligro, pero un peligro, que ha sido permitido por occidente con sus políticas blandas a la hora de condenar la falta de respeto a los derechos humanos y a las libertades. Los negocios de antes se transforman ahora en “lanzas” para occidente, que torpeza y que falta de valores.