Puedo entender y de hecho lo entiendo, que los pactos políticos, obliguen a veces a tomar decisiones un tanto contrarias a las que se piensa o defiende, pero eso es competencia política, que sólo obliga a los que firman un pacto, sin embargo, no obliga a los ciudadanos en general, que obviamente son libres para defender lo que crean más conveniente según su entender.
En cualquier puerto de la costa del Atlántico Norte, del Mediterráneo; se pueden ver muros o espigones protectores, como el inacabado de la playa de La Magdalena.
En unos casos, se utilizan para proteger puertos y otros playas o humedales.
Se pueden publicar cientos de fotografías sobre el particular, sin embargo, el que unos pocos hayan utilizado como arma electoral su oposición a esta necesaria obra, sin una solución técnica alternativa a la construcción de los diques de la Magdalena, no debiera servir para que se “tire al mar”, nunca mejor dicho, lo gastado en una obra necesaria.
No esta España, para caprichos de unos pocos y mucho menos para hacer “política” de vía estrecha, con el dinero de nuestros impuestos; por lo tanto, debiera la sociedad civil manifestarse con libertad y decir que si tenemos técnicos en las Administraciones, como tenemos, debiéramos fiarnos de ellos, máxime en este caso, estudiado durante tanto tiempo por profesionales de reconocida valía.
Pero en España, como dijo una Ministra hace tiempo, parece que el dinero público no es de nadie, por lo tanto nadie dirá nada, total, a algunos no les parece importarles el “disparado” déficit del Estado que casi llega al cien por cien del PIB. Todo un sin sentido.