El continuo descenso de la exigencia y calidad de la educación en España, de las últimas décadas, comienza a sentirse y será a medio plazo uno de los grandes problemas sociales, por la baja calidad de los conocimientos generales.
No es que diga, que todos los nuevos profesionales en los diferentes campos del conocimiento no estén suficientemente preparados, digo que cada vez hay menos personas con conocimientos medios, formación general y capacidad para desarrollar un pensamiento mínimamente crítico.
Por lo tanto las nuevas generaciones, sin duda, tendrán en general médicos menos preparados, ingenieros menos preparados, funcionarios menos preparados y así sucesivamente y todo ello repercutirá en la vida de las personas gravemente.
Es verdad, que la tecnificación es mucho mayor ahora que hace unos años, pero falta la base, el conocimiento vital de las cosas, el enriquecimiento cultural con la historia, la geografía y la cultura en general.
En realidad, se ha producido un hecho evidente: el poder no quiere hombres y mujeres libres, que piensen por si mismo, sin duda prefieren un sociedad subvencionada, dependiente, sin ilusión y son conocimientos propios para opinar con libertad.
El nivel de exigencia en escuelas y universidades, cada vez es menor, cuestión que es contrastable, por lo tanto, tendremos una sociedad, menos libre y más pobre en conocimientos y por otro lado, unas pocas élites controlaran todo a su capricho.
El gran problema del conocimiento en los próximos años, debiera de estar encima de la mesa de nuestros políticos, pero este es un asunto que no interesa, porque son los propios políticos lo que en general, quieren una sociedad menos libre, menos justa y más dependiente. Todo forzosamente tendrá que ir a peor.