PARAR LA CRISPACIÓN

Es necesario parar la crispación política, pero no es fácil, cuando en realidad se quiere utilizar la misma para interés político, sin mirar las consecuencias que se derivan.

Cuando se gobierna intentando dividir y se olvida prácticamente a la mitad de la ciudadanía, sucede lo que esta sucediendo en España.

La aprobación de leyes tóxicas, como la ley de Menoría Histórica, que impide un relato de la historia distinto con un pensamiento libre, cuando se lleva la deuda del Estado a limites extremos, cuando se encierra a los ciudadanos inconstitucionalmente y no se pide perdón, cuando todo lo que no este de acuerdo con la directrices del Gobierno es “facha”, la división está clara.

Y la división es un “virus” muy peligroso para la convivencia, una convivencia en paz, lograda con el abrazo de las dos Españas y que parece querer ser “dinamitado” por intereses particulares. de índole político.

No se puede pactar con los independentistas, y estar todo el día hablando de los guerra civil, una “matraca” divisoria partidista y que el pueblo español había superado.

La gente de bien, es decir la mayoría, quiere la concordia, el entendimiento, el pacto y la claridad y honradez en la gestión, no creo que sea mucho pedir, aunque parece que para tanto insensato e irresponsable, así parece ser.