El mensaje del Rey Don Felipe, ha gustado a todas las personas de bien, menos a los que quieren romperá España y prefieren la confrontación, pues son minorías, que desean imponer a las mayorías sus “descabelladas” ideas.
Son los mismos, que no dicen ni palabra cuando se cuelga a un disidente de una grúa en Irán y justifican los millones de muertos del comunismo en su historia, o se sienten felices defendiendo al régimen de Cuba, con presos políticos y personas que por millones han tenido que abandonar su país.
Por lo tanto, a la gente de bien de izquierda y de derecha, les ha gustado el discurso del Rey, que nos emplaza a defender las instituciones, a la unidad y pone acento en la situación de precariedad de muchas familias.
Sólo a los pocos, de las ideas tóxicas no les ha gustado, luego por lo tanto, el soberano, ha acertado de pleno.
Que una patulea de individuos, que la mayoría de ellos no ha dado “un palo al agua” en su vida, no les haya gustado el mensaje de Don Felipe, entra dentro de la lógica, ellos quieren destrozar el sistema, para luego vivir del propio que ellos creen, como algunos ya lo hacen actualmente.