“SEMILLA DE MARTIRES”

El asesinato del Sacristán de la Iglesia de Nuestra Señora de La Palma de Algeciras, Diego Valencia, un hombre bueno, un servidor de la viña del Señor, a manos de radicalismo yihadista, es una muestra más del riesgo que tiene Europa y en concreto, la civilización cristiana, es un asunto de extrema gravedad y que los dirigentes Europeos, casi todos, no están abordando.

La inmigración con tal no es mala, si es controlada y se produce por parte de personas dispuestas a integrarse en las sociedades occidentales, sin embargo, ello no ocurre en todos los casos, por diferencias culturales y religiosas abismales y en algunos casos contrapuestas.

La convivencia de las personas y de las sociedades, se basa en el respeto mutuo y el respeto a la ley y a las costumbres, cuando se quiere imponer otro tipo de visiones de la vida, se produce la radicalidad y el conflicto.

El islamismo radical, existe y es un peligro a combatir, sin embargo Europa, mira hacia otro lado desde un “buenismo” absurdo y sumamente peligroso para el futuro de Europa.

Los negocios con algunos regímenes del Golfo Pérsico, que en algunos casos, promueven posiciones intolerantes y contrarias a los derechos humanos, son un vivo ejemplo de la irresponsabilidad de occidente.

Acabamos de ver como tanto Qatar y Marruecos, ejercían sobre algunos diputados del Parlamento Europeo, una influencia a base de dinero y prebendas, creo que sólo se ha visto la punta del iceberg de toda una trama.

La sangre derramada por un buen hombre como era Diego Valencia, es semilla de mártires, y ejemplo de entrega a Dios, es una muestra que la historia se repite y los cristianos seremos siempre perseguidos, por nuestra fe como se ve en tantos lugares del mundo, Descanse en paz Diego Valencia y una rápida recuperación del sacerdote Salesiano, herido.