Medio año después, de que todos los países europeos suprimieran totalmente el uso de la mascarilla en diferentes espacios, el Gobierno de España, ha tenido la “gentileza” de suprimir la obligatoriedad de su utilización en los transportes y seguir requiriéndolo en residencias de mayores, hospitales y farmacias.
Luis Miravitlles, era un brillante profesor que realizaba en los años sesenta y setenta un prestigioso programa titulado “Misterios al descubierto”, sin duda, hubiera sido muy útil su programa para conocer si existen estudios concretos y con responsables, que demuestren que las mascarillas son necesarias.
No conocemos estudio alguno, sin embargo, si conocemos estudios muy serios de que las mascarillas pueden causar hipoxia, hipercapnia, taquicardia y bradicardia, así como una alta concentración de dióxido de carbono medida en la cavidad de la mascarilla, producto de su re inhalación durante la respiración, además, el uso de la mascarilla al disminuir la capacidad del organismo para aprovechar el oxigeno daña y afecta las funciones metabólicas del crecimiento y mantenimiento de la vida, al nivel cerebral, la carencia de oxigeno dificulta la atención y la coordinación motora , además, de aumentar el cansancio físico.
Los ciudadanos debiéramos tener y conocer, estudios contrastados de la utilidad real de la mascarilla, de momento, no hemos visto ninguno, ni mucho menos conocemos a los famosos expertos, lo que conociendo los antecedentes es una muestra más de la utilización por parte de los políticos de decisiones que debieran de ser realmente científicas.
Hay que reconocer que el mensaje continuo de gran parte de los medios de comunicación, ha creado miedo en muchas capas de la sociedad que se creen todo lo que dictan los políticos, sin darse cuenta de contrastar, informarse, leer y no sólo obedecer.
Algunos profesionales, en vez de buscar razones y explicar con datos e informes, se han dejado llevar por los políticos, dejando a la ciencia fuera de sus parámetros, lo que es muy grave.
Nadie explica porque en un supermercado lleno de personas, no es obligatorio llevar mascarilla y en una farmacia si, ¿son todos caprichos?, ¿intuiciones? ¿o lo que es peor mentiras para someter?.
¿Dónde están los informes? ¿Quiénes son los expertos?.
Lo dicho, necesitamos descubrir los misterios de Sanidad. Sus caminos son inexplicables, mientras la población se cree todo y así nos va.