Casi todos los medios de comunicación, me refiero a los habituales y controlados por supuestas élites políticas y económicas, están muy preocupados, porque la sociedad europea en general, esta mostrando signos de hartazgo de la actual situación política que se vive en el viejo continente y el alejamiento de la población, de una parte importante de la clase política, alejada de los problemas reales de los ciudadanos y de su continua perdida de nivel de vida.
En España, dicha clase política, acompañada de muchos medios de comunicación, quieren hacer ver que se va a cambiar todo, pero sin realmente cambiar casi nada.
Es decir “cambiar todo, para no cambiar nada” como dijó Giusseppe Tomasi en “El Gatopardo”.
España, debe acometer reformas estructurales y cambios legislativos de “gran calado” y en modo alguno seguir con acciones políticas, que no aborden nuestros problemas de fondo.
El programa político presentado por el señor Núñez Feijoo, tiene cuestiones muy positivas, pero también “rezuma” la sensación de no querer entrar a fondos en muchos asuntos.
Nuestro país, no está para parches, ni para un baño de pintura, política, más al contrario, está para “mojarse” y si es necesario “inmolarse” políticamente, por cambiar la cosas; no hacerlo es engañar y seguir languideciendo económicamente y socialmente.
No se trata sólo de administrar bien, sino de cambiar las muchas cuestiones que no funcionan, una tarea para valientes, y de momento no se atisba a nadie que este dispuesto a llevarlo a cabo.