Si recuerdan al principio de la pandemia de COVID, se publicó que las vacunas tetánico-diftéricas podrían inducir inmunidad cruzada protectora frente al SARS-COV2.
El estudio realizado por el investigador del Departamento de Inmunología de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense, Pedro Antonio Reche.
El estudio recibió considerable atención por parte de la comunidad científica y algunos medios de comunicación, de hecho muchas personas se inyectaron dicha vacuna y según hemos podido saber con resultados muy satisfactorios.
Pero como ocurre, cuando hay tanto interés y egos por medio, desde algunos estamentos, se intento quitar credibilidad al trabajo de investigación, a pesar de que todo ello sucedía al inicio de la pandemia de COVID-19, estamos hablando de Noviembre de 2.020.
Sin embargo, tras la publicación del Dr. Reche, otros investigadores encontraron evidencia epidemiológica de que las vacunas tetánico-diftéricas pueden proteger frente al COVID19 y también que los receptores de las células del sistema inmunitario que reconocen el SARS-COV 2 y los antígenos en las vacunas tetánico-diftéricas son muy semejantes.
Podemos dar fe que muchas personas que se inyectaron dicha vacuna, no han padecido el SARS-COVID 2.
La pregunta sería saber si sólo por intereses económicos u otros, no se quiso hacer caso de una investigación que con el paso de tiempo ha demostrado su éxito.
¿Se podrían haber evitado la muerte de muchas personas o el padecimiento de la enfermedad?.
Si fuera así el peso de la ley debiera de caer, sobre aquellas instituciones o personas que no hicieron caso a la investigación del profesor Reche.