EL RESPETO AL ESRTADO DE DERRCHO Y A LOS JUECES

El respeto al estado de derecho, debiera de ser la norma habitual y normal de funcionamiento por parte de los partidos políticos y las instituciones.

No es de recibo de democrático, que cuando una persona o personas relacionadas con una formación política es investigada por los Tribunales de Justicia, se trate de estigmatizar y desacreditar a los Magistrados que tienen que instruir y juzgar dichas causas.

Criticar, perseguir, desacreditar, e incluso buscar posibles argumentos para humillar a un Magistrado en más propio de sistemas totalitarios, por ello el comportamiento de algunos partidos políticos al respecto, les deja fotografiados como de bajo o nulo respeto a la democracia.

El sistema judicial tiene sistemas suficientes garantías para poder corregir cualquier desvarío por parte de aquellos que tienen que impartir justicia.

La persecución mediática y política a la que se quiere someter el Juez Peinado instructor del asunto que afecta a la esposa del presidente del Gobierno, debiera de tener consecuencias.

Las presiones que también en su día, tuvo que sufrir la instructora de los ERES de Andalucía, la jueza Mercedes Alaya, ha sido otro claro ejemplo del bajo nivel democrático en cuanto al comportamiento de algunas fuerzas políticas, que debieran de ser ejemplares ante la sociedad y sin embargo, actúan de forma sectaria y como si la clase política no debiera de sujetarse también al cumplimiento de la ley.

Por otro lado, el funcionamiento de la fiscalía, debiera de ser en todo los casos transparente y lejana a cualquier sensación de actuar como abogada defensora del Gobierno.

La fiscalía, debe preservar el cumplimiento de las leyes y sobre todo defender a los ciudadanos, qué sin duda, son la parte más débil de todo el sistema político y social.

A nadie debe extrañar, que organizaciones civiles, tomen la misión que realmente debiera tomar la fiscalía en algunos casos que afectan al poder, por lo que estas organizaciones, están en pleno derecho de actuar y pedir el cumplimiento de la legalidad, lo que realmente será bueno para conocer la verdad de los litigios y defender el estado de derecho, por muchas críticas absurdas que puedan recibir.