Nada menos que 16 consejeros, ha nombrado Salvador Illa, para realizar su gestión al frente de la Generalitat de Cataluña, todo un insulto a la austeridad y a la buena gestión.
Nada de lo que haga Salvador Illa, nos debiera extrañar, después de su desastrosa gestión como Ministro de Sanidad de la pandemia, sus “homilías” soporíferas, los expertos que al parecer no existían, los encerramiento innecesarios e inconstitucionales, la gestión de la compra de mascarillas por empresas que se dedicaban a otros menesteres no sanitarios; suficiente para que en una sociedad bien informada y con valores, hubiera obligado a este señor a no volver jamás a un cargo público.
Hay que reconocer que la formas del señor Illa, no son acordes con sus hechos políticos, como el dice el buen refranero castellano. “Líbrame de la aguas mansa, que de las bravas ya me libro yo”.
Para empezar este señor, ha nombrado a algunos Consejeros independentistas, dice que España es un Estado plurinacional, un invento que no recoge la la Constitución, esconde la bandera de España en los dos primeros actos públicos que ha tenido, en definitiva un personaje para temer políticamente y que siguiendo la táctica de su Jefe Sánchez, decía que nunca pactaría con los independentistas, ya saben se dice una cosa y se hace otra, no se miente según el nuevo manual socialista, sólo se cambia de opinión.
Así que ya saben el proceso de independencia, puede moderar su velocidad, pero en el fondo seguirá, además sufragado por el resto de los españoles y nadie manda parar que es lo curioso en una nación tan antigua que se deshace por momentos, y se me olvidaba: Cataluña, nunca fue una nación, aunque a estas alturas ya parece todo dar igual.