Si la clase política, se despreocupa de los problemas reales de los ciudadanos, es porque la sociedad en su conjunto lo consiente y no pone pie en pared, para evitar que nuestros dirigentes políticos actúen como pequeños aprendices de “dictadores”.
Recogía en sus páginas El Diario Montañés, que una vecina de la localidad e Limpias, María José Martínez, que padece ELA, necesita instalar un ascensor en su casa, para poder tener cierta movilidad y los vecinos en un acto de generosidad, han organizado una “rifa” para recaudar 20.000 euros que es lo que al parecer puede costar la obra.
Me pregunto, donde está la protección del tan traído y llevado estado del bienestar
El Gobierno tiene paralizad la Ley sobre el ELA, un anteproyecto que con pocos recursos, permitiría atender con dignidad a los enfermos de esta enfermedad en España, y que el Gobierno parece abandonar a su suerte.
Mientras, vemos de forma vergonzosa como Patrimonio del Estado dedica 14.999 euros para tener en estado optimo la piscina de La Mareta, donde el señor Sánchez pasa sus vacaciones o vemos como el Ministro Félix Bolaños, al parecer, ha licitado para tener en diez minutos las alarmas de cualquier noticia que sea de su interés, con un coste de 44.000 euros, y así podemos poner infinidad de ejemplos, de como se mal gasta el dinero público, ante la desidia de la mayoría de los españoles.
En está España nuestra, se consiente casi todo y sobre todo si viene de la llamada izquierda, por lo tanto, lo tenemos bien ganado por nuestra silencio vergonzoso.