La reciente portada del semanario THE ECONOMIST, contra Pedro Sánchez, significará sin duda un antes y un después a nivel internacional, para el Presidente español.
Es un antes y un después, posiblemente, porque a nivel internacional, el señor Sánchez, se está equivocando radicalmente, pues no parece actuar, como un dirigente de un país, con fuertes anclajes e intereses en occidente.
El actual Gobierno, parece estar casi siempre en posiciones equivocadas, da la sensación de estar siempre con los “malos”.
No quiere tomar una posición clara de defensa de la verdad en las elecciones en Venezuela, se viaja a China y se pide que los aranceles europeos a los coches chinos se suavicen, rompiendo el consenso de la UE; compra 4.500 vehículos todo terreno a la dictadura China para nuestro Ejercito, por importe que supera los 217 millones de euros; reconoce el Estado Palestino, se enfrenta con Israel, permitiendo este Domingo una manifestación en Madrid de grupos pro-Hamas, una organización terrorista, algo que el Gobierno israelí ha denunciado.
Por otro lado, el Gobierno español, es incapaz de condenar la tiranía iraní, donde los derechos humanos son pisoteados continuamente.
En estas circunstancias, añadidas a la desastrosa política interior, pactando con grupos como Bildu y otros de extrema izquierda, el prestigio de Pedro Sánchez, queda por el suelo , por falta de confianza de sus socios de la UE, lo que perjudica a la inversión extranjera en España , que sigue cayendo de manera muy preocupante, un 58 por ciento en la “era Sánchez”.
A este paso, nuestro socios de la OTAN, empezaran a tener reparos en materia de seguridad, debido a las nada recomendables amistades de nuestro país.