ESPAÑA: ¿CAMINO DEL SUICIDIO ECONÓMICO?

Es una especie de suicidio económico a plazos, que puede acabar muy posiblemente, en una crisis de deuda y en la toma de decisiones muy dolorosas para los españoles.

En un país sin presupuestos, desbocado en el gasto público, con “record” de funcionarios públicos, con el gasto corriente desbocado,  y con poca inversión, la deuda pública de España “cabalga”, como un caballo sin jinete.

Según los últimos datos, correspondientes al mes de febrero, la deuda publica española marca un nuevo “record”, llegado a los 1,65 billones de euros, una subida de un uno por ciento respecto al mes de enero y un aumento respecto al mismo mes de 16.906 millones de euros.

Todo ello, sucede en un país con una carga fiscal nunca conocida antes, y con magníficos datos de recaudación.

En esta situación extrema y muy peligrosa para los intereses de todos los españoles y para el bienestar futuro, el Presidente del Gobierno, anuncia que va a gastar 10.471 millones de euro más en defensa, para llegar al dos por ciento del PIB, este mismo año, todo ello, sin pasar por el Parlamento, lo que es una especie de fraude democrático en toda regla y una forma impresentable de ejercer el poder.

Este gasto anunciado en defensa, se hace en un país, donde por ejemplo, los enfermos de ELA no reciben sus prestaciones aprobadas por Ley, se deben miles de millones a fondos y empresas extranjeras por las primas de las renovables, con continuos litigios que aumentan el gasto y que por cierto, casi todos se acaban perdiendo en Tribunales extranjeros.

Vivimos en una situación de suma gravedad, causada por un Gobierno, que ha perdido el sentido de Estado y al que sólo parece importar su permanencia en el poder.

Ante todo ello, tenemos además, un oposición inoperante, incapaz de ilusionar a propios y menos a los extraños, además de ser incapaz de frenar una deriva, en la que que acabará siendo también corresponsable por haber sido incapaz de frenar.