Mientras en España, se nos cuelan por todas partes personas sin control alguno de su procedencia ni real identidad, resulta que los qué si tienen derecho por ley y moralmente, como son los descendientes de emigrantes españoles a Cuba, tienen todo tipo de problemas para poder acogerse a la nacionalidad, a través de la Ley de Memoria Democrática.
Este martes 22 de octubre, finaliza el plazo definitivamente para acogerse a la popularmente conocida, sobre todo en Cuba, como “Ley de Nietros”.
Resulta que esta fecha parece inamovible, está generando un autentico caos y desesperación entre las personas que quieren cumplimentar los trámites para adquirir la nacionalidad, algunos desde hace meses.
Se denuncia, según recoge el digital Diario de Cuba, que el sistema de citas electrónicas del Consulado de España en Loa Habana está colapsado y que lo códigos de verificación no llegan o son rechazados.
Según testimonios directos que recoge el digital Diario de Cuba, en las inmediaciones de la sede diplomática española, lo que empezó siendo un derecho ha terminado convirtiéndose en un negocio que acerca a los solicitantes a comprar su turno a gestores particulares, en perjuicio de los que buscan cumplir el proceso de forma oficial.
La desesperación de cientos de solicitantes es grande, porque conseguir el pasaporte español supone poder salir de la isla.
Según testimonios de ciudadanos presentes para tratar de realizar la gestión a la que tienen derecho, se ha montado un autentico negocio sobre la necesidad de las personas, cobrando por sacar la cita, también por inscribirte que es el mismo paso de llenar el formulario para la cita.
Según informaciones estas personas intermediarias, cobran cien euros por completar el formulario y otros quinientos por obtener los datos de acceso a la plataforma del Consulado, lo que supone para la mayoría cantidades de varios meses de salario.
Los intermediarios actúan sin esconderse, merodeando en busca de clientes.
En algunos casos, todo puede ser una gestión inútil, pues las solicitudes, pueden ser rechazadas por errores no señalados en la presentación del expediente de solicitud, lo que significa la perdida de las credenciales y tener que iniciar de nuevo todo el proceso.
Hay casos tan dramáticos que algunas familias para solicitar la ciudadanía española, han vendido su casa para poder completar todos los trámites.
Todo un drama, que debiera avergonzar al Gobierno de España y en concreto a el Ministerio de Asuntos Exteriores, que mira hacia otro lado ante esta palmaria injusticia.