LAS DOS «ALMAS» DEL PP

Cada vez parece más evidente, la existencia de dos “almas” políticas a nivel nacional en el Partido Popular.

Por un lado, están una parte muy importante de sus votantes tradicionales, dirigentes de base, muchos alcaldes y cargos intermedios e incluso algunos dirigentes de Comunidades y por otro lado. una gran parte de los dirigentes de Génova 13, algunos parlamentarios europeos y miembros de la dirección nacional.

Es decir, se está produciendo una ruptura entre su base electoral y los que dirigen la estrategia política.

Está siendo letal para este partido y los millones de votantes que representa, qué en el último Congreso Nacional, no se aprobará con claridad ninguna línea ideológica concreta, ni mucho menos que valores permanentes defiende.

El no defender ideas claras y tradicionales de una ideología que ha sido el principal vivero de votos, está suponiendo, que esta formación se “desangre”, según recogen la mayoría de las encuestas de intención de voto, sencillamente, porque muchos de los votantes tradicionales de años y años de fidelidad, no se sienten representados en muchos aspectos y mucho menos en la falta clara de un programa electoral que ilusione y también de dirigentes a los que se les entienda y tengan además credibilidad.

Claro, que no todo el partido se comporta de forma “taciturna”, hay muchos dirigentes y cargos que tienen credibilidad, seguro que sus nombres están en sus mentes, pero precisamente no son los que toman las grandes decisiones.

Las pasadas elecciones al Parlamento Europeo, han sido un “fiasco” de credibilidad para el PP, pues el magnífico resultado obtenido, fue derrochado con la elección de Úrsula Von Der Leyen y sus políticas nefastas para la agricultura y la industria de Europa, además de no haberse salido del Grupo Popular por haber nombrado Vicepresidenta de la Comisión Europea a la ex Ministra Teresa Ribera, una política, con decisiones lamentables en su etapa como Ministra.

La falta de credibilidad, es otro motivo fundamental de la posible pérdida de votos.

Todavía el PP está a tiempo de revertir está situación, aunque para ello hace falta recuperar la credibilidad pérdida con políticas valientes y coherentes, con lo que quiere la mayoría de su electorado, abandonando en Bruselas, todo apoyo al Grupo Popular Europeo, en tanto no cambie sus acuerdos con los socialistas y el llamado pacto verde.

De no ser así, la gran estructura de un partido con miles de dirigentes de base, que dan la cara cada día y  lo mejor de sí mismo,  acabará resintiéndose de tal manera que pudiera generar una desafección mayor y más peligrosa para el propio futuro de la formación.

 

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