En momentos como el actual se puede ver claramente que fue un grave error crear 17 sistemas sanitarios, un error no reconocido pero que debiera de debatirse en un futuro, aunque a nuestros políticos no les guste porque ellos están en el poder y en los puestos.
Un sistema nacional de salud potente centralizado en compras y gestión es más justo porque equilibraría las diferencias y es más manejable.
La España de las Autonomías tiene cosas buenas y cosas malas, incluso muy malas.
Una región como Cantabria, no puede mantener por si sola un sistema sanitario potente, sino es con ayudas exteriores y con la unidad se conseguiría mejores ratios de solvencia y de gestión y de distribución de personal.
La Autonomía no es la panacea de nada, como todo en la vida tiene fallos y esos fallos hay que corregirlos quitando tanto clientelismo político, tanto cargo de confianza, tanto político inexperto incapaz algunos dicho con respeto de gestionar un “kiosco de pipas”.
Los ciudadanos, debemos de pensar de forma individual u no dejarnos “encantar” con las medias verdades o verdades parciales e incluso mentiras de una clase política que en algunos casos no digo todos es francamente mejorable.