FUERTES CON LOS DÉBILES Y DÉBILES CON LOS FUERTES

 

El caos que ha originado la pandemia del coronavirus en muchas residencias y centros de mayores, es una de las muestras más claras de la falta de previsión de las autoridades competentes.

No es de recibo, que ahora la Fiscalía anuncie que abrirá información sobre la actuación de las residencias afectadas, cuando muchas de ellas venían avisando de una situación desesperada, por falta de medios, ya que su personal al estar afectado estaba de baja y no podía atender a los mayores.

No quiere decir, que en algún caso pudieran existir responsabilidades de algún gestor, pero en modo alguno se puede cargar al personal y a los gestores de las residencias con la responsabilidad, cuando la responsabilidad está en otra parte.

La responsabilidad esta en los que mienten de forma permanente, en los que contra sentido común no fueron previsores de que los mayores eran las personas más vulnerables, en definitiva, en los que debieran de ir varios pasos por delante que el resto de la sociedad y casi no hicieron nada.

Si ahora es el momento de la unidad, que los es, no tiene sentido el que la Fiscalía se dedique a abrir expedientes en las residencias afectadas y no abra una investigación a los que teniendo responsabilidad y medios no tomaron apenas medidas. Una desvergüenza. Se es fuerte con el débil y débil con el fuerte.  

 

 

TENER IDEAS

Aunque lo importante es salvar vidas y recuperar a los enfermos, es necesario también preocuparse de las medidas que debiera tomar el Gobierno de la Nación, Comunidades Autónomas, Entes locales y por supuesto la Unión Europea.

Además de dotar de liquidez al sistema y proponer renovación de créditos y moratorias de pago, es necesario dotar de capacidad suficiente de gasto a las familias en situaciones difíciles por ERTES sin excesivas trabas burocráticas; de esa forma además de atenderse las necesidades básicas se sigue produciendo al menos cierta actividad económica a través del gasto de las familias, en las necesidades de cada día.

Es necesario y urgente por otro lado, reducir el gasto corriente de asesores y cargos públicos, con una disminución de aquellos salarios superiores a dos mil euros.

De forma proporcional todos los salarios de cargos públicos superiores a dicha cantidad debieran disminuirse.

España, tiene ahora la oportunidad de disminuir su número de funcionarios, cargos públicos, coches oficiales, asesores que no asesoran nada; etc.

Es necesario que, los diputados y senadores, reduzcan sus salarios y dietas, teniendo unas prestaciones dignas, pero acorde a la necesidad del momento.

En los Gobiernos Regionales, se pueden unir Consejerías además de realizar una economía dirigida a las personas y a las empresas.

En definitiva, tener ideas para que la sociedad salga con menor coste posible y de forma rápida de esta complicada situación.

PEDIR PERDÓN

Todos y digo todos; presentadores de radio y televisión a derecha e izquierda y principalmente los políticos, que negaron la gravedad para la población del coronavirus, debieran pedir perdón por su gravísimo error, bien por falta de una información correcta, o bien como ha sucedido por grave irresponsabilidad.

¿Qué sociedad es esta, que nadie pide perdón?.

Podría decir nombres de comunicadores hombres y mujeres de toda tendencia que mantenían que el coronavirus era poco más que una gripe, estos señores y señoras, ahora “pontifican” de forma contraria, pero debieran de irse una temporada a sus casas y en un acto de humildad pedir perdón de forma reiterada.

Capitulo aparte, por tener más responsabilidad, merecen los políticos, en este caso el Gobierno de la Nación que tiene medios e información permanente de todos los países, este caso es mucho más grave, porque su prepotencia y soberbia es “infinita”, son incapaces de dimitir, ni de pedir perdón ni de anunciar que asumirán responsabilidades y errores.

Ahora, lo importante es curar a los enfermos y salvar vidas, pero después ningún dirigente con responsabilidad deberá de huir de ningún investigación, no sólo de carácter político sino judicial.

La memoria de los muertos y de sus familiares no puede ser obviada por el manejo de los “gurús” de turno y de sus terminales mediáticas.  

 

LOS MAYORES: LO MEJOR DE LA SOCIEDAD

Estábamos hasta ahora, en la sociedad de la imagen y del marketing, espero que después de esta tragedia que estamos pasando, la sociedad se fije más en lo real y deje lo aparente que se nos trata de inculcar.

Los mayores, nuestros mayores, aquellos que han hecho tanto por nosotros, mueren en residencias en medio de una sociedad atónita.

Tengo un familiar directo en una Centro, que muchos días antes que las autoridades marcaran protocolos, se adelanto a tomar medidas para proteger dentro de lo posible, a las personas que con diferentes problemas médicos son atendidas.

Sin embargo, las autoridades del Estado debieron enterarse muy tarde, del grave riesgo que corren nuestro mayores ante este virus asesino que padecemos.

La Comunidad de Madrid, se adelanto a cerrar los centros sociales y otras Comunidades también lo hicieron, sin embargo, por lo general se ha reaccionado tarde y con pocos medios en toda España.

Tiempo habrá de sustanciar responsabilidades y espero que se busquen bien y no precisamente en los responsables de las residencias, sino en los que debieran haber previsto el alto riesgo que corren nuestros mayores y que cobran impuestos y viven de ello.

Algunos, llevamos ya trece días sin ver a nuestros familiares, cuestión muy lógica y sin embargo, hasta hace muy poco días a nivel del Estado no se tomaron medidas claras y drásticas en otras residencia, en absoluto por mala fe de estas, sino por falta de liderazgo de las autoridades competentes que deben de ir por delante.

Una sociedad, que no quiera y no respete a los mayores, es una sociedad en quiebra, una sociedad que debiera recapacitar y corregir la forma de ser, vivir y sobre todo sentir.

DEMASIADAS GENERALIDADES

 

Las ruedas de prensa de los informantes de turno del Gobierno, se han convertido en algo muy generalista, que no aclara casi nada y en cuanto a las respuestas a preguntas de los periodistas, casi siempre, las contestaciones son un “brindis al sol”, vamos, pocas veces aclaran algo.

El señor Sánchez, no tiene gestores, tiene buenos especialistas en “marketing”, pero ahora ello no sirve, es necesaria la gestión y la mayoría de los que tiene alrededor, no digo todos, no han gestionado nada de nada en su vida.

Nadie se explica, que el gobierno no hubiera previsto esta situación, mejor dicho alguna situación como la actual, después de que en Italia, llevaban tres semanas en un punto casi límite.

Nadie, ha explicado porque no se cancelaron los vuelos con Italia y ni siquiera se hacían pruebas en la mayoría de los casos, otro tanto decir de los vuelos con China, que tampoco en plena epidemia se tomaron medidas extraordinarias.

Nos encontramos ante una pandemia desconocida, y muy difícil de gestionar, es verdad, pero España, no se fijó en ninguna experiencia exterior, al contrario, hasta el último minuto se trato de quitar importancia a la situación y así no se hicieron los pedidos necesarios de material médico para hacer frente a la pandemia, ni tampoco se dispusieron los recursos humanos necesarios, aunque algunas Comunidades de diferente signo político se fueron adelantando con buen criterio.

Este asunto, debiera también sustanciarse e un futuro en los Tribunales, por respeto a la víctimas y a sus familias y por respeto de una vez por todas a la verdad.      

 

NECESITAMOS MÁS PERSONAS COMO AMANCIO ORTEGA

España necesitaría tener muchos empresarios como Amancio Ortega, un empresario hecho así mismo, trabajador incansable desde muy joven y que desde su discreción genera miles de puestos de trabajo en España y en todo el mundo.

Amancio Ortega, con sus empresas crea riqueza y como la crea, la reparte de forma sobresaliente, va mucho más allá de lo que estaría obligado.

Su actitud de ayudar todos los años a Cáritas, las becas para estudiantes en Estados Unidos, los aparatos de alta tecnología para los hospitales y la decisión tomada de no declarar un ERTE en sus empresas al menos hasta el 15 de Abril, pagando con sus fondos la nóminas; la fabricación de 300.000 mascarillas y la decisión de fabricar ropa para la sanidad es una muestra ejemplar de una persona preocupada por los demás.

No me extraña, que a una parte de la extrema izquierda; Amancio Ortega, les ponga de los nervios, es lógico, ellos están en cuanto peor mejor, son personas insolidarias y destructoras del bien común, que es lo que ha sido siempre el comunismo, un régimen despiadado e inhumano, por eso la forma de actuar de Amancio Ortega, les “saca de quicio”.

Ojalá tuviéramos más personas como Amancio Ortega, y es que, cuando se genera riqueza hay posibilidades de repartirla, sin embargo, otros sólo generan miseria y sólo reparten dolor y opresión, es la verdad del comunismo.

VÍCTIMAS DE LA MENTIRA

Los medios de comunicación mienten, o dicen medias verdades, los políticos casi todos mienten directamente como es el caso el actual gobierno, que cuando dicen la verdad casi nadie ya les cree por haber mentido antes tanto.

Los que por motivos familiares o por otras causas estuvimos en Madrid el fin de semana del siete y del ocho de marzo, hemos sido engañados, el gobierno no dio ninguna alarma más bien al contrario quería aparentar la normalidad. Madrid ese fin de semana estaba repleto de turismo, con museos y teatros llenos, además de la concentración del Vox y de la manifestación feminista, que sin duda fue un elemento transmisor del virus.

Esta decisión es similar a una “estafa”, porque diez horas después se estaban declarando todo tipo de alarmas.

Sánchez, debe de tener ahora la ayuda de todos, pero no puede esconderse detrás de su falta de responsabilidad y la de su gobierno.

Ayer, escuchábamos que la fiscalía iba a abrir información sobre lo ocurrido en alguna residencia de mayores, da la sensación que aquí todo el que no sea político puede tener responsabilidades.

Por otro lado nadie pide perdón por tanto fallo, cuanta prepotencia y soberbia estamos sufriendo. A pesar de todo unidad y generosidad.

 

 

TIEMPO DE CONVERSIÓN

Estos momentos de tribulación que vivimos, está haciendo rebrotar la fe tímida y miedosa que tenemos la mayoría de los cristianos de esta vieja España.

Sin miedo al que dirán, al que nos califiquen de retrógrados o de cualquier otro calificativo despectivo, circulan por las redes oraciones, meditaciones y llamamientos a la oración.

Este tiempo difícil, se esta convirtiendo en un tiempo de conversión y de oración.

El ser humano lleva en su interior el ADN de la transcendencia, de el sentido religioso, otra cuestión es que se trate de oculta, por moda y otras circunstancias y no ponerlo en práctica.

Decía Jaime Balmes, que el bien muchas veces esta mezclado con el mal, es la lucha interior permanente del ser humano en cada momento, sin embargo, en esta situación, recapacitamos y acudimos al asidero de la fe, la fuerza que nunca debiéramos abandonar.

Se están produciendo conversiones interiores importantes, los cristianos estamos en permanente conversión, ojala aprovechemos bien esta oportunidad para vivir nuestra fe, para ser más coherentes individualmente y colectivamente también dentro de la propia Iglesia, una Iglesia, que debe ser casa de acogida, Madre que perdona y ayuda y no sólo un compendio de normas y ritos, profundizar en el Evangelio es intentar ser cada uno mejor.

Seguro que estos días pasaran, el dolor de la muerte de tantas personas y el sufrimiento de sus familiares, será semilla de un horizonte mejor y lleno de esperanza. Con esperanza vivamos en oración y fraternidad estos días.

 

 

HAY QUE POTENCIAR EL BIEN

 

La importancia de una sociedad sana, adulta y responsable depende de manera fundamental de la familia y de la educación.

Ambos aspectos, han sido definitivos en la disciplina de Corea del Sur a la hora de atajar el coronavirus.

Las sociedades occidentales, principalmente la española, han confundido en demasía la libertad y el libertinaje, la necesidad de derechos pero no de deberes, lo que esta creando una sociedad poco adulta.

La falta de vocación de muchos educadores, no digo todos ni mucho menos, la falta de leyes escolares que premien el esfuerzo, cierta politización por parte de algunos sindicatos y sobre todo la perdida de valores en la familia, contribuyen a todo ello.

Es verdad, que la respuesta de los españoles en esta crisis del coronavirus parece que evoluciona favorablemente en los últimos días, vemos jóvenes maravillosos y generosos que se prestan en la ayuda de forma desinteresada a los mayores, pero también vemos jóvenes y mayores, que pasan de todo sacrificio por los demás.

Estamos a tiempo, de cambiar la sociedad, de hacerla mejor, para ello hay que potenciar los mejores valores y abandonar los experimentos sociales que algunos movimientos muy potentes con ayuda de algunas fuerzas políticas, tratan de imponer, con un único objetivo: la desestabilización. Y es que llegamos al último eslabón de la lógica, que algunos quieren borrar: el bien y el mal existen y hay que potenciar el bien “a tope”.

 

OPORTUNIDADES PARA CRECER

 

OPORTUNIDADES PARA CRECER

POR MARÍA TERESA PORTILLA DEL RIO

 

Todo momento de crisis supone en sí mismo dificultad, complejidad, incertidumbre, cambio, preocupación (si no miedo)… Sin embargo, en la vivencia de todo lo anterior, la clave está en el afrontamiento, del cual obtenemos los frutos del aprendizaje vital profundo que nos enriquece como personas.

En este sentido, la situación social que estamos viviendo, viene a abrirnos a todos y cada uno de nosotros una nueva oportunidad de crecimiento personal que debemos aprovechar.

Son muchas, podríamos decir todas, las dimensiones de nuestra vida afectadas de uno u otro modo y en una u otra medida por la llegada de este virus y las consiguientes medidas para hacerle frente; pero permítanme poner el foco en los nuevos escenarios de convivencia familiar que se nos presentan y en la población infantil.

De forma inesperada nuestras rutinas domésticas marcadas por los dinamismos sociales, se han detenido para dar paso a un espacio/tiempo desconocido en el que niños y niñas no acuden a la escuela, padres y madres se adaptan y tratan de sobrevivir en condiciones laborales fuera de lo ordinario y abuelos y abuelas ven desde una mayor vulnerabilidad amenazada su salud. He aquí el reto de todos: seguir aprendiendo  (a distancia), trabajando (con nuevos condicionantes), haciendo funcionar nuestros hogares  (en las nuevas limitaciones) y siendo apoyo en el funcionamiento familiar. Nadie ha dicho que sea fácil, pero este ejercicio de responsabilidad ciudadana que se nos impone, nos brinda nuevas oportunidades que las familias no debemos dejar escapar:

 

-Desde el diálogo y la reflexión compartida con los nuestros, se trata de buscar y compartir información veraz de la situación tanto entre adultos, como con los niños y adolescentes. Tenemos a nuestro alcance a través de los medios contenidos para todas las edades que hemos de procesar cada uno en su etapa vital y en interacción con los nuestros para poder asumir una ciudadanía activa, que trata de comprender lo que pasa y por qué pasa como fundamento de su actuación. Es por tanto momento de educar para la ciudadanía a los más pequeños desde la propia experiencia, pudiendo entender a su nivel la causa de lo que está sucediendo, por qué hemos de actuar de cierta forma y cómo hacerlo de la mejor manera posible. De esa manera cobra sentido para ellos el permanecer en casa, el seguir haciendo tareas escolares, el colaborar con el funcionamiento doméstico, el ser flexible ante imprevistos…

-Si bien los horarios y calendarios se vuelven complejos, cabe que surjan momentos de encuentro, de estar juntos, que en circunstancias normales no se dan. Evitemos que se nos escapen entre la urgencia y la improvisación que también se nos requieren ahora mismo  y aprovechémos en la medida en que sea posible para generar pequeños espacios de bienestar. No perdamos de vista que merece la pena un ratito para sacar ese juego de mesa que a penas hemos estrenado, para leer un cuento, para ver juntos una película, para saber un poco más de ese personaje al que siguen o de ese videojuego que les encanta… No olvidemos que invertir también en esto es valor seguro para el bienestar de los nuestros y para dotar nuevos significados  a estos días.

-La necesidad de apoyo mutuo y responsabilidad social, genera también terrenos para educar en la solidaridad a los más pequeños y a todos en general, cargando este concepto muchas veces aludido en abstracto de contenido real y cercano. No me refiero tanto a acciones preestablecidas de ayuda a quien lo necesita, que también, porque cobran especial relevancia en situaciones como esta; sino más bien a aquellas acciones que pueden ser practicas realizadas o simplemente observadas por los niños y niñas :esas llamadas telefónicas a los abuelos para ver cómo están y si necesitan algo, la ayuda a un vecino o un amigo que por diferentes motivos puede necesitar de nosotros, observar, tomar conciencia y valorar la entrega del personal sanitario y otros profesionales especialmente dedicados estos días al servicio de todos, priorizar el bien común sobre los propios intereses… 

 

Estos ejemplos del entorno familiar que buscan reflejar las oportunidades del momento en que vivimos, lejos de volver la cara a la realidad y negar el desafío que tenemos, precisamente constituyen una forma de  afrontarlo desde nuestros entorno próximo para salir reforzados como personas y como sociedad.