Se cumplen ahora veinticinco años del asesinato de Gregorio Ordoñez.
El 23 de enero de 1.995, almorzaba el concejal del Partido Popular, Gregorio Ordoñez, en compañía de María San Gil y Alberto Villar, en un restaurante del la Parte Vieja de San Sebastián, cuando se acerco por la espalda un pistolero de ETA, García Gaztelu “Txapote” y le disparo un tiro en la nuca, muriendo en el acto.
Veinticinco años después, el Rey don Felipe, ha recibido a la viuda de Gregorio Ordoñez y a otros miembros de la familia, un detalle de justicia y de bien.
Al mismo tiempo, la señor Chivite, pactaba los presupuestos, con los herederos de ETA, los mismos que no condenan el terrorismo de la banda criminal, los mismo que les reciben como héroes cuando salen de las cárceles, los mismos que quieren poner al mismo nivel a la víctimas y a los verdugos.
Me pregunto, que queda del Partido Socialista que lucho contra ETA, cuando negocia, blanquea a unos personajes que no han condenado a ETA y que se permiten insultar a la democracia española.
También me pregunto donde están las gentes de bien del PSOE, que tanto han sufrido por culpa del terror de ETA, me pregunto donde esta la memoria, dignidad y justicia.
El perdón, es un valor básico, pero para que exista perdón debe de existir arrepentimiento y desde luego los herederos directo o indirectos de ETA, no muestran , mas bien al contrario, arrepentimiento alguno.
La historia, estoy seguro juzgará muy duramente a Pedro Sánchez y a los actuales dirigentes del PSOE, por su falta de humanidad, coherencia y verdad.