POLÍTICAS ENERGÉTICAS SUICIDAS

El reguero de empresas que dependen directamente de la energía y por lo tanto de su precio para ser competitivas, amenaza seriamente la economía de Cantabria y del resto de España.

No es por la guerra de Putin, como dice el Presidente del Gobierno, es principalmente, por la políticas absurdas en casi toda Europa y en concreto en España, de cierre de centrales nucleares, recordamos la reciente de Santa María de Garoña, la suspensión en su día de Lemoniz por presiones políticas con muertes incluidas y el cierre último, de centrales de carbón, por cierto modernizadas hace pocos años y de las que quedan tres o cuatro operativas, si finalmente se pone de nuevo en marcha la de AS Pontes.

Las políticas suicidas en materia energética, es algo que viene de lejos en las últimas dos décadas, pero la famosa Agenda 20-30, que nadie ha votado y que es algo así como una especie de religión para algunos gobernantes, ha sido el “tiro de gracia” a nuestro bienestar.

Es urgente que la UE rectifique sus políticas, como por otra parte lo están haciendo algunos países, y es urgente revisar estás medidas descabelladas, basadas en mentiras y medias verdades.

Europa, debe de sentarse a negociar con Rusia y encontrar salidas a un laberinto provocado por otros intereses.

Europa, intentó bloquear la economía de Rusia y no lo ha conseguido, por lo tanto, la Comisión Europea debe de cargar con su responsabilidad.

No pueden los ciudadanos cargar con la incompetencia de políticos, que desde las instituciones europeas, parecen más preocupados en otros intereses, bastante inexplicables, no hacerlo es poner a la UE en serio riesgo de desaparición por desprestigio, y eso sería muy malo, pero en todo responsabilidad de políticos y burócratas, por cierto, muy bien pagados.  

FALTA DE VERGUENZA Y CONCIENCIA

Después de tantas muertes, algunas sin atención, después de tantas mentiras, después de engañar sobre la existencia de un grupo de expertos, después de bloquearnos en casa de forma inconstitucional, resulta, que el ex Ministro Salvador Illa, ha escrito un libro sobre la pandemia.

Está por supuesto en su derecho, sin embargo, es realmente incalificable por irrespetuoso a las miles de victimas, (España está entre los países con más fallecidos respecto a su población) , que se realice un acto social del citado libro con la presencia de casi todos los Ministros y con respeto, digo los “pelotas” de turno del IBEX.

Estaba nada menos, que el presidente de una potente editorial, con cadenas de televisión, estaba parece ser, un vicepresidente de un banco y me supongo que algún VIP más.

No creo que ninguna administración, ni estatal, ni regional, ni local, ni ningún colectivo en concreto del sector sanitario, se pueda sentir satisfecho mínimamente de la gestión de la pandemia de COVID, ha habido tantos fallos, tantas incoherencias, tantas mentiras, tantos intereses, que nadie en su sano juicio puede “sacar pecho” al respecto.

Por lo tanto, el señor Salvador Illa, que creo de verdad hizo lo que pudo, pueda sacar pecho de nada y mucho menos el Gobierno y sus mentiras, los estados de alarma, la falta de control en el gasto en general y podíamos seguir.

El acto de presentación del libro, debiera de haber sido sencillo, sin “parafernalia” y no un acto en el que todo el Gobierno repartía besos y saludos, a diestra y siniestra, mientras que un empresario del IBEX se movía como pez en el agua, ante tanta falsedad.

Esta sociedad, con los políticos a la cabeza, han perdido la vergüenza, la conciencia y el respeto.

 

«TOMADURA DE PELO»

Es obvio que en la vida política en general, se trata de establecer la mentira con norma de funcionamiento, no sólo la mentira que por supuesto es muy grave, sino también la incoherencia.

Sabemos que los consejos de Administración de las eléctricas y gasistas, están “cuajadas” de ex políticos de los dos grandes partidos, en lo que se ha venido a llamar “puertas giratorias”.

Pero el colmo de la “cara dura”, es decir como dice ahora, o insinuar con claridad, que el PP defiende a las eléctricas, no seré el defensor de ningún partido, pero si defensor de la verdad, de lo que creo.

El partidos socialista, tiene militantes de prestigio que ocupan los altos cargos de Consejos de Administración, de las eléctricas y gasistas.

Demos un repaso: Antonio Miguel Carmona, vicepresidente de Iberdrola España, Elena Salgado, Consejera en la filial chilena de Endesa, José Blanco y José Montilla Consejeros de Enagás, Jordi Sevilla, Beatriz Corredor consejeros en Red Eléctrica y Narcis Serra, consejero en Naturgy.

Por lo tanto, el señor presidente del Gobierno, se ríe de nosotros o nos quiere “tomar el pelo”.

Vivimos en una sociedad, que a este paso enfermará definitivamente, tanto mentir con ideas peregrinas, acabará convirtiéndose en padecimientos de trastornos psíquicos, seremos a este paso incapaces de distinguir la verdad de la mentira, el realidad el autentico objetivo de muchos dirigentes de esta sociedad que navega sin rumbo.    

¿QUÉ QUIERE EL GLOBALISMO?

pregunta que debiéramos hacernos es la siguiente:¿Qué quiere el globalismo?.

Esta pregunta, está subordinada a decisión de algunos países como España, de no querer explotar sus recursos naturales, ni sus fuentes de energía.

Se destruyen presas, no se amplia la vida útil de las centrales nucleares, se prohíbe la explotación de gas y de otros minerales.

¿Todo ello, se hace en nombre del llamado cambio climático?. Es una especie ee “mantra” para controlar todo y crear una especie de nueva religión: La del cambio climático.

No importa que se mande a la pobreza a millones de personas, no importa que los precios suban sin limite, no importa que retrocedamos décadas en bienestar, todo ello está justificado por una gran mentira, la mentira, de que la acción del hombre es la culpable del cambio climático, cuando obviamente su influencia, si existiera, es mínima o inapreciable.

Presidentes de Gobierno que reciben a Soros o Bill Gates, en sus despachos oficiales, ¿a que fin estos personajes pueden dictar lo que suceda en el mundo?.

Hace falta estar con la mente nublada o no querer darse cuenta, de que todo lo que pretende el globalismo a través de su agenda “desastre” 20-30, es el control social, la disminución de la población, la perdida de libertades y finalmente en un último estadio el control mental, en lo que trabajan actualmente.

Las sociedades libres deben revelarse, y no ceder un milímetro, ante tanta mentira.

Para todo este proceso, que da escalofríos, cuentan con un personaje realmente peligroso como Tedros Adhanon, Director General de la OMS, un personaje clave en la reciente pandemia y que nos amenaza con nuevos intentos de control, un personaje con historial político en su país, que les invito a que comprueben y fuertemente protegido por Bill Gates y toda esta cúpula globalista que viaja en aviones ejecutivos, mientras nos quieren imponer su dictadura.

La clave en los momentos actuales, es hacerse preguntas, pensar y aplicar el sentido común y no dejarse llevar por la propaganda y control social de masas que toda esta gente pretende. Esta en juego, nada menos, que nuestra libertad y nuestra vida como seres creados por Dios.  

IMPOSTURA Y FALTA DE VERDAD

Es toda una impostura, una falta de verdad, una manipulación de lo sentimientos y algunas cosas más, lo que está haciendo el Gobierno español y algunos países de la UE.

Si escuchamos al Presidente del Gobierno señor Sánchez, le escuchamos hablar de la guerra de Putin y culpando a Rusia y a la guerra de todos los males que uno se pueda imaginar.

Sin embargo, todo es falso, es todo un proceso de engaño permanente.

¿Cómo es posible que se hable de la guerra de Putin? Y España, sea el mayor importador de gas licuado de Rusia en julio y agosto , situándose por encima de países como Francia, Bélgica o Japón, según datos oficiales del Centro de energía y Aire Limpio (CREA) , que ha recogido EL ECONOMISTA.

Por si ello fuera poco en tanta impostura, resulta que España, ocupa el tercer puesto, después de Francia y Bélgica como importador de gas de Rusia, en los seis primeros meses de guerra, desde el 24 de febrero al 24 de agosto.

Esta impostura afecta también a otros países de la UE en menor medida, aunque alcanza el 54 por ciento de las importaciones de gas de Europa, con un importe de 84.000 millones de euros.

Todo el “montaje” de la UE, se derrumba cuando se conocen estos datos, que demuestran no sólo la incapacidad de gestión de nuestros dirigentes, sino sus mentiras continuas como en tantos y tantos temas.

Este tipo de noticias debieran ser suficientes, para replantear y poner en duda cualquier información procedente de la actual clase política, tanto de España como del resto de Europa, lo que no deja de ser muy peligroso y desalentador.  

AL TRIBUNAL CONSTITUCIONAL

Parece ser que Vox, lleva al Tribunal Constitucional, la decisión de un Juzgado de no investigar la actuación del Gobierno en la crisis COVID-19.

No sólo se debiera investigar al Gobierno, sino debiera de ser una investigación total a todas las administraciones y colectivos implicados en la nefasta gestión de la pandemia y las consecuencias derivadas, así como de el inexplicable aumento de mortalidad, del que no se quiere dar explicación.

Se debe de investigar todo, para conocer las causas de la mala información, de las medias verdades y mentiras, vulneración de la Constitución con los confinamientos.

En una sociedad sería, debiera de ser, la propia Fiscalía quien exigiera una investigación profunda e independiente, pero parece que los poderes del Estado no están por la labor.

Ni Gobierno ni oposición quieren saber la verdad, porque en realidad su gestión ha sido nefasta y han vulnerado leyes en materia de derechos de manera clara.

El Tribuna Constitucional, debiera de hacer un servicio a la verdad y a los ciudadanos víctimas y familiares, ordenando una investigación.

La historia contará algún día sin tardar, uno de los mayores escándalos de las últimas décadas tanto a nivel internacional como nacional.

Me supongo que muchos que coartaron libertades y mintieron por ignorancia u otros intereses, su conciencia les golpee con fuerza, lo mismo que a gran parte de los medios de comunicación colaboradores de tantos errores, de los que no tienen la dignidad de pedir perdón.      

¿Cómo es posible que el Gobierno no tenga responsabilidad alguna, si decía seguir los consejos de los expertos y resulta que tales expertos no exi

¿COMO HEMOS PODIDO CONSENTIR TANTO?

Después del verano, ha vuelto Jesús Cacho a su articulo dominical en VOZPOPULI, y de verdad que no ha defraudado, sino que ha vuelto como siempre a poner blanco sobre negro, la realidad que nos asola.

Por un interés reproducimos su articulo     

Vuelva usted en septiembre. Solía ser el veredicto inapelable con el que el catedrático de matemáticas del Instituto Jorge Manrique de Palencia al que un servidor sufrió en sus años de estudiante de bachillerato despedía a los alumnos incapaces de aprobar la asignatura en junio. Vuelva usté en septiembre. La irrefutable autoridad de aquel hombre cuya fama de hueso traspasó las fronteras provinciales, obligaba al cateado a ponerse las pilas y trabajar con denuedo durante el que entonces nos parecía interminable verano para poder superar el listón en septiembre. Y si uno estudiaba y se sabía la asignatura, pasaba. Me he acordado estos días de aquel cátedro al que veíamos entrar en el aula con un indisimulado respeto lindando con el pavor porque su nivel de exigencia reclamaba imperativo de su grey el esfuerzo necesario para poder obtener la recompensa del aprobado. Al contrario de lo que ocurre hoy en España. Nos fuimos de vacaciones con el país hecho unos zorros, íntimamente dispuestos a disfrutar unas semanas de la playa como si no hubiera un mañana, y la vuelta al cole nos sorprende con una España igualmente descompuesta, todo manga por hombro, sin atisbo en el horizonte de reforma o cambio de rumbo, y con el pesimismo convertido en moneda de curso legal en el mercado de las expectativas colectivas. Un país que se cae a pedazos.

Aquí nadie estudia. Suspendemos en junio y volvemos a suspender en septiembre. Cena de viejos amigos en mi Palencia natal. Eclosión de afectos, serial de anécdotas, abundancia de risas, buena comida y humor que fluye espontáneo hasta que, a última hora, casi lindando con las despedidas, a alguien se le ocurre mentar la soga en casa del ahorcado, hablar de España y su circunstancia, sacar a colación la situación del país. Y ahí se acaba la alegría. Entonces irrumpe la depresión. «Qué equivocados estábamos», resume un amigo muy querido. «Nosotros que nos creímos los reyes del mambo, que nos imaginamos los grandes triunfadores del siglo, casi unos artistas que habíamos sido capaces de sacar a este país de las catacumbas de la dictadura y la miseria, asistimos ahora perplejos al espectáculo de una España donde todo está en quiebra, donde la propia democracia está en entredicho… ¿En qué se ha equivocado nuestra generación? ¿Qué clase de chapuza hicimos con la famosa transición? ¿Cómo hemos podido consentir tanto…?».

Nos fuimos de vacaciones con el país hecho unos zorros, íntimamente dispuestos a disfrutar unas semanas de la playa como si no hubiera un mañana, y la vuelta al cole nos sorprende con una España igualmente descompuesta

El gran país que en algún momento de los noventa asombró al mundo y mereció sus respetos parece a punto de irse por el desagüe. Ha fallado la clase política, desde luego, pero también la empresarial-financiera, la intelectual (si alguna vez hubo tal cosa) y naturalmente la periodística. Se ha producido una quiebra radical de los valores que en la segunda mitad del siglo pasado sacaron de la pobreza extrema a este país. Se ha quebrado el prestigio de las instituciones. Las leyes no significan nada. Ante la aparente indiferencia general, se hacen leyes chapuza que apenas reflejan el intento de una minoría de izquierda radical de imponer su cosmovisión sobre la mayoría silenciosa. Las leyes no se cumplen. Leído el jueves: «Ningún aula aplicará en Cataluña el 25% de castellano este curso«, a pesar de la sentencia en contra del TSJC.

Un tal Comité de Derechos Humanos de la ONU emite una condena a España por la supuesta vulneración de derechos de los autores del golpe de estado de octubre de 2017 y el Gobierno de España calla cual muerto. Lo denunciaba Eva Parera, de Valents, este viernes: «Es muy grave que Sánchez no defienda los intereses de España ante dictámenes que no se ajustan a la realidad y que encima han sido subvencionados por la Generalitat con casi 200.000 euros». Iñaki Ellakuría elevaba en El Mundo la suma de lo abonado a «casi un millón de euros desde el año 2019». Ocurrió lo mismo el pasado julio, con motivo del supuesto espionaje con Pegasus a políticos independentistas. Sánchez acepta que se humille a España a pesar de estar al corriente del montaje urdido entre los separatistas y sus amiguetes del Citizen Lab (Universidad de Toronto). El propio Sánchez y su ministro Marlaska, «Marlasqueta», como lo ha bautizado Jiménez Losantos, acaban de acercar a cárceles del País Vasco a dos de los más sanguinarios pistoleros de ETA, Txapote y Henri Parot, presos por Presupuestos, lo que no es obstáculo para que el aventurero de Moncloa asegure en público que los etarras «cumplirán íntegras sus penas» cuando sabe que el asunto ya no está en sus manos una vez transferidas las competencias en materia penitenciaria. ¿Cómo hemos podido consentir tanto?

El personaje sigue desplegando su infinita capacidad para embarrar el campo con polémicas artificiales destinadas a camuflar bajo el fuego fatuo del engaño su ausencia de talla, intelectual y moral, para resolver los interrogantes del momento. Ayer mismo en Sevilla: «Sánchez radicaliza su discurso y acusa a la derecha económica y mediática de ir de la mano del PP», titulaba José Carlos Villanueva en Vozpópuli. En la balsa de piedra a la deriva en que se ha convertido España nadie se ocupa de las cosas importantes. La situación se deteriora paulatinamente tanto en el frente político como en el económico sin que nadie toque a rebato sobre la necesidad de unas reformas hoy más importante que nunca para enderezar el rumbo. Los datos de paro y afiliación conocidos el viernes adelantan un futuro cargado de incógnitas. «La subida del paro y la destrucción de 190.000 empleos en agosto confirman la desaceleración«, escribía el viernes Mercedes Serraller.

Lo peor de la crisis que llega, lo que la hace más temible en el caso español, es la incapacidad de este Gobierno para tomar las medidas correctoras llamadas a amortiguar su impacto

«El descalabro se anticipa generalizado para la economía europea», contaba aquí ayer Carmelo TajaduraLa subida de tipos, probablemente del 0,75%, que el BCE anunciará el jueves, mermará sin duda la renta disponible de las familias endeudadas y afectará a la cuenta de resultados de las empresas, muchas de ellas en números rojos. La decisión del tirano ruso de cerrar el gasoducto Nord Stream (que al parecer se ha caído también desde un sexto piso en Moscú) anuncia un invierno de combustible racionado que mermará considerablemente el crecimiento. Lo peor de la crisis que llega, lo que la hace más temible en el caso español, es la incapacidad de este Gobierno para tomar las medidas correctoras llamadas a amortiguar su impacto. La recesión amenaza a un país con los fundamentales de su economía muy castigados por una serie de decisiones erróneas, casi todas producto de la ideología, que han dejado las cuentas públicas sin margen para la reacción. Padecemos un Gobierno doctrinalmente volcado hacia el gasto público como única forma de pagar los peajes que le imponen sus socios y proseguir su política de compra de votos. Leído estos días: «Calviño sugiere un alza salarial moderada para los empleados públicos para frenar la inflación». Sin que cupiera duda alguna sobre esa subida salarial en año electoral, ¿piensa la señora Calviño, la incompetencia hecha sonrisa, domeñar la inflación subiendo salarios a los funcionarios e indexando las pensiones al IPC? Misterios de una tropa a la que le da lo mismo la inflación, la sostenibilidad de las finanzas públicas y todo lo demás.

Los españoles llevamos años registrando descensos continuados en los niveles de renta per cápita y esa tendencia se va a acentuar. Vamos a ser más pobres, con la pobreza llamando a la puerta de esas «clases medias trabajadoras» a las que Sánchez dice querer proteger. Las clases medias como paganas de la crisis, porque los ricos, muy asustados por el impuestazo a banca y energéticas decretado al más puro estilo del «exprópiese» chavista, van a seguir siéndolo con independencia de la política fiscal del Gobierno. Esos ricos escondidos, esos grandes empresarios cuya voz apenas se escucha en el desierto de sumisión a un bandolero sin escrúpulos en que se ha convertido España. Aquí solo prospera quien vive agarrado a las faldas del presupuesto o tienen capacidad de chantajear. Nuestro héroe, por eso, es Villarejo, que esta semana confesaba ante Gema Huesca que «apenas ha salido el 10%» de las grabaciones que efectuó en las últimas décadas. «Al final se dan cuenta de que soy el espejo donde todos quedan reflejados y por mucho que me rompan ya es inútil. La ciudadanía se ha dado cuenta de lo que era la realidad de España en los últimos 40 años y no lo que han contado». Ha tenido que ser un gánster de medio pelo, un golfo que tiene cogido a medio país por los faldones de la corrupción, quien definiera como nadie más de 40 años de realidad española.

Ha tenido que ser un gánster de medio pelo, un golfo que tiene cogido a medio país por los faldones de la corrupción, quien definiera como nadie más de 40 años de realidad española

Este es el marco en el que nos movemos en la vuelta al cole. Ninguna esperanza en el buen juicio o el patriotismo de un Gobierno que voluntariamente eligió los peores socios y amigos posibles. Qué razón tenías, Albert Rivera, cuando aquel 22 de julio de 2019 denunciaste desde la tribuna del Congreso a Sánchez y su banda. Hoy ya sabemos que si Sánchez Pérez-Castejón vuelve a presentarse a la relección lo hará como candidato de ERC y de Bildu, no de un PSOE muerto por inanición. Esto no da más de sí. Asistimos al final agónico de un sistema. A tenor de lo que hoy dicen las encuestas, el triunfo de la oposición en las próximas generales no supondría una nueva alternancia en el Gobierno sino un obligado cambio de régimen. Quizá la última oportunidad que tendrá España para, reprobando en las urnas a la coalición social comunista responsable del actual destrozo institucional, enderezar el rumbo hacia una democracia plena de ciudadanos libres e iguales ante la ley, una circunstancia que obliga a los demócratas españoles a fijar involuntariamente la vista en Alberto Núñez FeijóoEl líder del PP se muestra reacio a hacer públicas las líneas maestras de un futuro Gobierno de centro derecha liberal, defraudando las expectativas de quienes reclaman ya un proyecto de país, incluso de aquellos que se conformarían con el enunciado de un puñado de grandes reformas imprescindibles para sacar España del atolladero, porque ya no será suficiente con gestionar con acierto la herencia recibida.

No sé si en Génova son conscientes de la gravedad de la situación, pero el PP no puede volver a cometer el error que Mariano Rajoy cometió en 2012. El fracaso de las elites políticas tanto conservadoras (SilvelaMauraSánchez Guerra) como liberales (MoretCanalejasGarcía PrietoRomanonesAlba) a la hora de convertir en el primer tercio del siglo XX el régimen liberal de la restauración canovista en una democracia parlamentaria plena, agravado por el golpe de estado de Primo de Rivera en 1923, desembocó al final en la tragedia de la Guerra Civil y la dictadura. Lo explica divinamente Guillermo Gortázar en su ‘Romanones, la transición fallida a la democracia’ (Espasa). La derecha española ha vuelto a fracasar con Aznar (Rodrigo Rato y otros de su estirpe) y con Rajoy a la hora de abordar las reformas que ya resultaban inevitables a finales de los noventa. No puede volver a hacerlo una tercera vezY no por la suerte del PP, que eso importa un rábano, sino por el futuro de España. Porque, repito, esta será muy probablemente la última oportunidad para enderezar el rumbo de colisión que hoy lleva el país. Si esta oportunidad se perdiera, no habría más horizonte para España que el de Argenzuela. Con una UE hoy diluida con factor de contención de las trapacerías del sujeto. En cuyo caso no quedaría para nuestros hijos y nietos otra opción que buscarse la vida en el extranjero. Se avecinan unos meses de infarto, de polarización extrema. Lo de la pistola de la Kirchner podría resultar un juego de niños comparado con lo que aquí nos espera. Hay, sin embargo, motivos para la esperanza. Consiste en resistir poco más de un año. La victoria de la España constitucional está a la vuelta de la esquina.

 

 

 

DEMOCRACIAS EN LA UVI

Podemos decir que la democracia esta en la UVI, en un país como España, después de triplicar la media de exceso de mortalidad de la Unión Europea y no recuperar los valores habituales, después de la crisis del coronavirus y no saber las causas.

Parece que ni el Gobierno, ni el principal partido de la oposición que se sepa por el momento, se muestran dispuestos a dar explicaciones o lo que sería lo lógico abrir una investigación independiente formada por expertos en estadística, científicos independientes y otras personas cualificadas para conocer la verdad.

La verdad no interesa, y no interesa, porque el sistema sanitario y social ha fracasado rotundamente, no interesa, porque ha habido muchas mentiras y medias verdades y en caso de conocerse las causas reales de el aumento de fallecidos de forma escandalosa, muchos políticos de diferentes partidos pueden acabar ante los Tribunales e incluso en la cárcel.

Esta catástrofe sanitaria, es mucho más grave escándalo del aceite de colza y sin embargo el silencio de los medios, casi todos, es delatador del miedo existente en el poder internacional y nacional de que se pueda conocer con todo tipo de datos y causas la verdad.

¿Dónde está la Fiscalía?¿ Donde están los Colegios profesionales afectados?

Los ciudadanos con familiares muertos, en algunos casos de forma inexplicable, las personas afectadas psicológicamente por unos confinamientos inconstitucionales, tienen derecho a conocer la verdad y ser resarcidos de una decisión, nada menos que inconstitucional y además como denunciaron los científicos independientes a través del manifiesto de Great Barringthon, contraria a la necesidad real del momento.

Por todo ello, podemos decir que nuestro sistema democrático en Europa y Estados Unidos está en la UVI , por no decir, que casi en situación terminal.

 

UN PROYECTO PARA EL MAL

El Proyecto de Ley del Aborto que pretende es Gobierno, es una muestra más de el desvarío en valores, sentido común, humanidad y bondad de este Gobierno.

El que una niña de 16 años pueda abortar sin conocimiento de su padres, es algo inasumible por una sociedad sana y que busca el bien.

Lo que se pretende con la nueva ley es seguir destrozando la sociedad y destrozando la familia, además de por supuesto, hacer un alegato a muerte en vez de a la vida.

Sólo mentes con maldad y faltad de humanidad pueden pretender este tipo de leyes, por lo que la sociedad debe de tomar nota y reaccionar.

Por cierto, hablan do de reacción, no se ha visto ninguna, por parte del principal partido de la oposición, que sigue en la estrategia de callarse ante tanto destrozo social como hace el Gobierno.

Los “gurús” de Feijoo, deben decirle que sólo hable de economía y se equivocan totalmente, porque un partido con dignidad y criterio debe de exponer su ideología a la sociedad, si es que la tiene, a no ser que el PP quiera vaciarse de valores y convertirse en un saco sin fondo de ideas, en lo que todo sirve.

En momento tan graves, da asco la falta de valentía y dignidad de muchos políticos que sólo se mueven en base a estrategias electorales y no a la defensa de valores.

Así no va. Todo lamentable. Tomemos nota.  

 

¿QUÉ PRETENDE LA COMISIÓN EUROPEA?

Los ciento cincuenta trabajadores de Ferroatlántica, que debido al alto coste de la energía se ven sometidos a un ERTE, junto con los proveedores y empresas auxiliares que ven parar su actividad, debido a altísimo coste de la energía, son víctimas junto al resto de la sociedad, de las políticas suicidas de la UE y de la gran mayoría de sus estados.

Llevamos una década, cerrando centrales térmicas después de haberse gastado millones de euros en su modernización, se quiere suprimir el carbón, en España se quiere cerrar las plantas nucleares que quedan que producen un veinte por ciento de toda la energía eléctrica, no se construyen pantanos y se quiere fiar todo a la energía eólica y solar, cuando evidentemente no es una solución en todas las situaciones, debido a la dependencia del viento y del sol.

Es una especie de “locura” programada por individuos irresponsables y absurdos en sus comportamientos, manejados por intereses desconocidos, que quieren empobrecer a la sociedad.

Les debe de gustar, lo que sucede hoy en Cuba por ejemplo, donde están ocho horas sin electricidad , con temperaturas insoportables, llevando a la isla a una situación caótica, que por cierto es Europa se oculta.

¿Qué pretenden, los señores incompetentes de la Comisión Europea?

La sociedad debe de rearmarse moralmente y ser consciente de la situación a la que nos llevan unos gestores sin capacidad ni criterio para abordar políticas sensatas y no obedecer al calendario del globalismo de control y empobrecimiento, que es realmente la Agenda 20-.30.

Otras políticas son posibles y por supuesto necesarias.    

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