RECUPERAR LA VERDAD

 

Parece evidente que desde el Gobierno, se hace todo lo posible para que parezca que su gestión no ha sido tan mala en la pandemia del Covid -19.

Ya no sólo por el número real de fallecidos por esta enfermedad, cuyas cifras son muy superiores a los datos oficiales, como recogen los Registro Civiles y las empresas funerarias, sino que también como recoge el digital “La Información”, el número de personas que han padecido la enfermedad en muy superior a los 240.000 que recogen los datos oficiales; ya que se han producido 700.000 bajas por incapacidad laboral derivada del Covid-19, según la Seguridad Social.

La cuestión estriba, que se han confirmado por la prueba PCR sólo 210.000 personas, aunque el número de las que fueron aisladas, pero sin prueba PCR fue de 490.000, además sólo se contabilizan en este caso, entre los 16 y 65 años.

La mentira, se esta adueñando de la vida pública de este país con un descaro realmente peligroso, acostumbrando a la sociedad a que no decir la verdad no tiene ninguna importancia, lo que no deja de ser una temeridad y un riesgo de muy grave para nuestra imagen como país y una falta de respeto absoluta a los familiares de los fallecidos por esta pandemia.

Se puede comprobar así, que algunos están dispuestos a superar todo los límites de la ética y la moral hasta ahora conocidos, así se fraguan como recoge la historia muchos conflictos.    

 

 

¿ MANTENERNOS ASUSTADOS ?

 

El control de la pandemia del Covid 19 avanza en Europa, tanto el índice de contagios, pero sobre todo en la fuerza del virus que nos debe hacer optimistas, si se cumple lo que dicen importantes especialistas italianos y de otros países, que dan por finalizado el mayor peligro, al menos en Europa.

Sin embargo, no debemos bajar la guardia, ni mucho menos. En este sentido se debe de seguir manteniendo la distancias física y el uso de mascarilla, así como el

lavado de manos.

Dicho esto, que debe de ser fundamental; no se entiende ahora que España, siga con una medidas tan restrictivas y en algunos casos absurdas, como no abrir las fronteras, como la mayoría de los países de la Unión Europea el 15 de junio y tengamos que esperar al 1 de julio.

Da la sensación que este Gobierno, esta muy cómodo con tanto control y se esta pasando “de frenada”.

Quiere mostrar el Ejecutivo español con estas medidas, que el resto de los países europeos, son unos imprudentes y que los sensatos son ellos, después del fracaso del control de la “pandemia” en España.

El daño que se esta haciendo a la economía y el sector turístico ya empieza a ser innecesario y sólo es fruto de la incompetencia o de otras causas que no se explican.

El virus, ha causado mucho dolor y muerte y por lo tanto se debe de ser prudente, pero una cuestión es la prudencia y otra utilizar la misma, para mantenernos a todos asustados.

 

LA CREDIBILIDAD ES UN PATRIMONIO

 

En cualquier faceta de la vida, es fundamental la credibilidad, la credibilidad, el ser una persona fiable y previsible que cumple sus acuerdos y su palabra, es todo un patrimonio personal.

Lo mismo ocurre a los Estados y a las diferentes Administraciones, necesitan para su buen funcionamiento, ser creíbles y previsibles.

En estos momentos, España como país, está perdiendo su credibilidad, o al menos se pone en serias dudas la misma.

Se duda del número de fallecidos a causa de la pandemia, se corrigen las cuentas y pronósticos económicos presentados en Bruselas, se crea incertidumbre en la apertura de España al exterior, con dudas y cambios.

Es decir, España, esta en su peor momento de imagen ante el mundo.

Para colmo de males, el señor Sánchez forma Gobierno con personajes que justifican el comunismo y el chavismo, con ideas pasadas de moda que nunca han servido nada más que para crear problemas, por lo tanto, se puede explicar bien el complicado momento ante el mundo exterior que vive España.

El señor Sánchez, que cuando llego al cargo vendía un aire de modernidad y de líder joven, ha perdido crédito por sus pactos y vaivenes económicos y por una mala gestión de la crisis del Covid 19.

Europa, nos mira con recelo y con preocupación, cuando precisamente más necesitamos la ayuda exterior.

Parece, que no decir la verdad en algunos lugares, todavía y afortunadamente se penaliza, cuestión que aquí no ocurre para desgracia nuestra.

 

MEMÓRIA

 

Un pueblo que no tiene memoria, es un pueblo muerto socialmente.

Esto es lo que parece pretender el Gobierno de España, al no contabilizar bien los fallecidos por la pandemia del Covid 19.

El continuo “baile” de cifras, absolutamente inexplicable desde el más básico sentido común, sólo puede pretender tapar la gran tragedia que esta pandemia ha generado en España y que nos sitúa a la cabeza del mundo en fallecidos por millón de habitantes.

En una falta de escrúpulo digna de análisis, se quiere hacer creer que lo negro es blanco y lo blanco es negro.

Se falta a la verdad de forma continua y evidente, tomando a la ciudadanía como súbditos de un Gobierno, que parece esta dispuesto políticamente “a todo” por mantener el poder.

El daño que se esta haciendo a instituciones de todos, como la Guardia Civil, la Abogacía del Estado, la Fiscalía y otras, sólo se puede calificar de muy grave e irresponsable.

Los ciudadanos de bien, sean de la ideología que sea, debemos de reaccionar con la máxima moderación y responsabilidad, pero también debemos estar atentos, pues pueden estar poniéndose “en juego”, principios básicos que ya dábamos por asentados y firmes.

En el peor momento de la historia reciente, nos encontramos con un Ejecutivo que

que no es capaz de pedir perdón de sus errores, ni de enmendarlos, lo que cada vez le llevará a seguir en una espiral de “huida”, muy peligrosa para la convivencia y la concordia. Que el Señor nos proteja.    

UNA SOCIEDAD “TAMBALEANTE”

 

La falta de valores transcendentes, el egoísmo humano, la injusticia, la falta de respeto al diferente; están entre otras causas, junto con la mentira entre los males que acechan esta sociedad que se “tambalea” y se resiente en diferentes partes del mundo.

La violencia, por lo general viene motivada por distintos pecados del ser humano, como hemos podido conocer a través de la historia y en definitiva por la negación del bien.

Cuando los seres humanos, sólo miramos hacia lo material y no tenemos una estructura mental de valores, procedemos de manera animal, sin ningún tipo de freno y de cortapisa.

En realidad, en estas circunstancias se pone al máximo el instinto más primario del hombre y la mujer, que junto al relativismo, es una de las causas más importantes de generación de violencia en diferentes versiones, tanto física como verbal.

El relativismo al que me refiero, anida en todo ser, pero en la actualidad aún es mas preponderante por una falta de valores religiosos y éticos que al menos lo frenen y lo reconduzcan.

Así, la sociedad actual, en este estadio de cosas, sólo actúa por interés propio y se olvida de la justicia y de la verdad, adaptando la razón a su propio y único interés, sin darse cuenta del daño que puede generar.

La fe cristiana como tal, nos ayuda a la hora de discernir esta situación, aún dentro de nuestras carencias humanas, diríamos, que es el mejor andamiaje a la hora de detectar el bien y el mal en nuestro caminar diario.

Si esta sociedad, no recupera valores, nuestro futuro estará seriamente amenazado por las disputas, las guerra y la injusticia.      

CUANDO LA FALTA DE VERDAD ES UNA FORMA DE HACER POLÍTICA

 

Los dirigentes políticos del actual Gobierno, quieren vivir en la falta de verdad,  incluso en cuestiones tan graves y de tanto dolor como los fallecido por el Covid 19.

Los datos que al parecer, han trasladado las funerarias españolas por carta al Rey y a otras autoridades, recogen de 43.000 fallecido a causa de la pandemia, es decir unas doce mil más que los datos oficiales

Esta cifra incluso puede ser superior si se suman los fallecidos en los meses de Enero a Mayo del pasado año y se comparan con las mismas fechas del actual 2.020.

Por mucho que se repita una falta de verdad, no se cambia la realidad.

La realidad, es que España supera en fallecidos por millón de habitantes a los países de nuestro entorno, según los datos del Financial Times.

España, ha registrado hasta ahora 925 fallecido por millón de habitantes, Italia

778, Alemania 87,Reino Unido 888, Francia 375, Estados Unidos 215.

La gestión de la pandemia ha sido puesta como mal ejemplo a nivel internacional, perjudicando la imagen de España.

Estamos ante uno de los escándalos más graves de la democracia española, no por padecer la pandemia en si, algo inevitable, sino por su gestión y por la falta de verdad y humildad a la hora de informar a los españoles.

Una vez más, la falta de verdad, se une al sentimiento de abandono de tantas familias.

Ni el más mínimo atisbo de arrepentimiento, ni el más mínimo atisbo de empatía.

Pobre España.

LO MEJOR: UNA SOCIEDAD FUERTE

 

Mucho hablar de escudo social, mucho hablar de ERTES, pero la realidad, es que si no fuera por la sociedad civil compuesta por personas a título individual instituciones religiosas y asociaciones de diferente índole, en España se hubiera producido una catástrofe humanitaria de incalculables proporciones que habría añadir a la catástrofe de muertos y enfermos del Covid 19.

Por ello es lamentable y diría que escandaloso que los políticos del Gobierno salgan en televisión, a “sacar pecho” de su gestión.

Voy a poner un ejemplo: La Cocina Económica de las Hijas de la Caridad atiende diariamente a 207 familias a las que proporciona desayuno, comida y cena.

Por otro lado el economato atiende a otras 467 familias compuestas en total por 1,200 personas de los que 281 son niños a los que proporciona productos alimenticios para todo el mes.

Las generosidad de las gentes de Santander y Cantabria, con esta Institución como con otras como Cáritas , Banco de Alimentos, Parroquias es extraordinaria.

Por lo tanto, lo mismo que ocurrió con los respiradores, las mascarillas que fueron donadas por empresas y personas y que paliaron las carencias de una administración por lo general lenta y mal dirigida, ahora sucede los mismo con la alimentación, aunque salga el señor Iglesia y el señor Sánchez, hablando de escudo social y hablándonos de lo publico como la gran panacea.

La gran panacea, es una sociedad fuerte, unida y solidaria y no una administración

lenta y sin medios.

Si la sociedad civil no funciona y no trabaja, no se puede mantener una nación con dignidad, a no ser que lo que quieran es el empobrecimiento general de todos.

 

 

 

 

RESPETO SI,MIEDO NO

 

A partir del próximo día 3 de junio, se abre la movilidad total entre todas las regiones de Italia, según ha anunciado su Primer Ministro Giuseppe Conte.

Conte, ha dicho textualmente :”El bloqueo total no tiene ya sentido”, lo dice

añadiendo que el virus se ha debilitado.

Mientras en España, con un índice de contagios inferior, el Gobierno solicitará un nuevo estado de alarma , eso si “maquillado” por las exigencias del PNV y Ezquerra.

Creo que es necesario, diría que fundamental, pedir precaución distancia física y

obligación de la mascarilla, pero decretar un estado de alarma, aunque sea el último es algo así como “matar moscas a cañonazos”.

El Gobierno, que no tomo medidas a tiempo quiere ahora pasarse de frenada, generando por ello grandes perdidas para la economía y no aportando más seguridad a los ciudadanos.

Los ciudadanos, estamos cansados de tantas restricciones y de tanta improvisación

dando la sensación que el Gobierno tiene miedo a la libertad y esa duda para una parte de los ciudadanos cada vez es más evidente.

No se trata de perder el respeto a la “pandemia” ni mucho menos, todas las precauciones son necesarias, se trata de equilibrar las decisiones y no dar la sensación de que se aprovecha el estrado de alarma, para que los gobernantes estén más cómodos y eso no puede estar justificado.

Seamos respetuosos, en seguir las medidas exigidas, no bajemos la guardia, pero no nos dejemos tampoco atrapar por el miedo, en definitiva, busquemos el punto medio desde la responsabilidad, a no ser que los gobernantes de media Europa sean irresponsables y los únicos que siempre aciertan sean los españoles, aunque visto lo visto hasta ahora no ha sido así, más bien al contrario

RESPONSABILIDAD

Por circunstancias familiares que nada tenían que ver con los eventos celebrados, estuve en Madrid aquel domingo 8 de marzo de triste recuerdo para tantas personas y que fue clave en la expansión de la pandemia del coronavirus.

Madrid, en aquel soleado Domingo de marzo, estaba repleto de visitantes extranjeros, muchos franceses, como pude comprobar personalmente el la Plaza Mayor.

La líneas de Metro, registraban un importante movimiento de personas que regresaban del mitin de Vox y de los que acudían a la manifestación feminista por la tarde o al partido que se celebraba en el Wanda Metropolitano.; es más, me asaltó la duda al filo de las tres de la tarde viajando en Metro de la posibilidad de contagios, ante las noticias que llegaban de otros lugares.

Señores del Gobierno, claro fue una grave error permitir tantos eventos, claro que hubo contagios, todo, por el único interés de celebrar la manifestación feminista, en la que algunas decían que “el machismo generaba más muertos que el coronavirus”, que insulto a los que se contagiaron y a los que fallecieron y lo más grave, nadie ha pedido perdón, ni mucho menos ha dimitido.

Nunca se podrá tapar con medias verdades, algo tan obvio, tan evidente, por lo tanto, el Gobierno deberá asumir su responsabilidad ante la sociedad.

No puede ser, que en este país se “pudran” personas en prisión con años y años de condena por delitos económicos y supuestos engaños políticos, con posteriores consecuencias dramáticas no tengan repercusión penal alguna. Tampoco es de recibo, que se tenga que dimitir de cargos políticos por cuestiones banales y por asuntos realmente graves, no suceda nada.

No se trata de juzgar a nadie por anticipado, ni desear juicios sumarísimos, ni mucho menos buscar venganza, nunca lícita, pero si de que, la verdad pueda resplandecer y se respete la inteligencia ajena.

Por lo menos que se pida perdón con el corazón en la mano. Todo, menos la falta de empatía o el marketing calculado.

 

SITIADOS

 

 

 

El Gobierno esta sitiado, sitiado por una pandemia terrible en la que le ha faltado gestión, pero sobre todo por falta de empatía y humildad, esta sitiado, porque no tiene salvo algunas excepciones, personas preparadas y con experiencia en la gestión, sitiado, porque la radicalidad de algunos de sus miembros sólo puede llevarnos al desastre colectivo, sitiado, por ser víctima de sus propias mentiras.

En las actuales circunstancias el Gobierno, esta muy nervioso y en vez de tender puentes con la oposición los destruye, es una actuación un tanto irresponsable y poco inteligente que no nos llevará a ningún sitio bueno.

No puede ser que unos pocos, me refiero, al cuarto grupo de la Cámara en caída libre electoral, sea el que quiera imponer medidas que nunca han funcionado y lo que es peor estigmatizar a todo aquel que se oponga.

España, debe de sacudirse de esta pesadilla bolivariana y Pedro Sánchez, por su propia supervivencia política tendrá que hacer crisis de gobierno y buscar otros socios para encarar el futuro.

España, se está jugando su futuro, y por lo tanto no puede perder la credibilidad internacional, con cifras y datos demasiadas veces puestos en duda o rectificados

varias veces, o simplemente, falta de verdad de la que se han hecho eco importantes medios internacionales. Es muy difícil ganar la confianza como país y muy fácil perderla y España esta en serio riesgo de perder su credibilidad como país serio de la UE.

La imagen de España se deteriora por minutos debido a la presencia de radicales

en nuestro Gobierno, así de claro.