CHINA: UN PROBLEMA PARA LA LIBERTAD

China además de ser un elemento desestabilizador de los países con libertad, se ha convertido en una gran cárcel, donde la opinión libre es totalmente oprimida.

Hace unos días según publica el diario El MUNDO, la agencia de noticias japonesa Kyodo informaba que las autoridades de China habían emitido una “orden de mordaza” sobre el coronavirus a los médicos de Wuhan. Les advirtieron que podrían ser castigados por espionaje su revelaban lo que sucedió durante los días iniciales del brote.

Según la citada agencia de noticia japonesa, el Gobierno estaría intentando evitar una investigación externa sobre el origen del virus y la actuación de las propias autoridades al inicio de la pandemia.

Según se recoge en la noticia un médico de Wuhan declaro que las autoridades sanitarias les dijeron que sería castigado por la ley si revelaba su experiencia y se le podría imponer la pena de muerte.

Hay que recordar al oftalmólogo Li Wenhang que antes de morir a consecuencia del COVID_19 contó que las autoridades de Wuhan los silenciaron ya en el mes de diciembre al intentar compartir la preocupación sobre el nuevo virus.

La dictadura China, también ha extendido su acción a los activistas que se “camuflaron” como periodistas para conocer la realidad.

En concreto Zhang Zhan una abogada de 37 años que lleva ya cinco meses detenida, la fiscalía solicita cinco años de prisión por enviar información falsa a través de textos y videos.

Lo que ocurre en China, siempre muestra el terror de las dictaduras comunistas, un peligro latente para la libertad del ser humano, una ideología del mal.