La credibilidad del señor Sánchez, es algo que no tiene discusión: no existe.
Ha pasado de indicar que no le sería posible dormir, teniendo al señor Iglesias en el Gobierno, al abrazo y decir que formarán un gobierno progresista, progresista, progresista y más progresista hasta el infinito.
Recalco la palabra progresista, cuando es una palabra hueca de sentido y que sólo trata de buscar una diferencia en la que llama antiguo al que no comulga con sus ideas, la utilización de la palabra progresista, es lisa y llanamente una utilización del lenguaje para no decir nada y aparentar que se dice desde un supuesto rasgo de modernidad.
Sin embargo, no hay nada más antiguo y retrogrado que el comunismo y el señor Sánchez quiere sentar en el Consejo de Ministros, a un personaje que esta en caída libre electoralmente y que no comparte los derechos humanos y las libertades.
Un señor, al que le sentó muy mal la caída del muro de Berlín, que justifica la dictadura chavista o Cubana e incluso justifica al gobierno de Irán.
Parece de ciencia ficción, que un personaje que defienda todo lo anterior pueda conocer secretos de Estado en un país de la Europa libre y democrática. Todo ello es algo más que una irresponsabilidad del señor Sánchez, es abrir un boquete muy peligroso en el casco de nuestra democracia, en un momento en el que peligra la integridad nacional y hasta las propias libertades, después de ver el secuestro de cientos de transportistas en la frontera francesa en manos de los independentistas durante más de veinticuatro horas y al gobierno español sin decir nada.
Me pregunto si va a contar con los votos suficientes el señor Sánchez en su investidura o tanta rapidez, se debe a urgencias propias para tratar de evitar salidas sensatas con otras personas y esas maniobras le han asustado, tanta prisa da que pensar.