La sociedad actual está entrando en un camino muy peligroso, al no anteponer claramente un principio tan básico, como es la presunción de inocencia.
Las redes sociales y los medios de comunicación, lanzan noticias en la mayoría de los casos sin rigor y comprobación alguna, que luego pueden resultar falsas.
Se miente sin pudor alguno y se destroza la fama de las personas, dejándolas indefensas ante cualquier rumor o noticia lanzada por los medios y las redes.
El derecho a la buena fama, a la integridad como persona es un derecho básico, que esta siendo cruelmente pisoteado, es algo así, como una especie de fusilamiento social, pues será casi imposible para la persona o personas afectadas por la noticia falsa o manipulada recobrar su prestigio.
Por otro lado, los medios de comunicación, en su mayoría, están dando carta de naturaleza a todo lo que dicen alguna organizaciones, que muestran una actuación radical, casi totalitaria sobre algunas modas o teorías, dándose como algo irrefutable sus mensajes y sus ideas, sin que casi nadie tenga la valentía y el rigor intelectual de dar respuesta a algunas de sus proclamas.
De esta manera la sociedad, se encuentra sometida a un “stress” mediático muy peligroso par la propia convivencia.