La falta de respeto intelectual a los ciudadanos, que con sus impuestos sostienen los privilegios de los altos dirigentes de los partidos es clamorosa, supera ya lo ridículo, porque es algo así como llamarles “tontos”, aunque igual tienen estos políticos de uno y otro lado que nos han tocado en esta época, algo de razón, debido a la inacción o “pasotismo” de gran parte de la ciudadanía ante sus desmanes.
Después de conocer el reciente informe de la UCO y las supuestas conexiones tan relevantes, con altos cargos del Gobierno, los desmanes en la compra de mascarillas en plena pandemia, las declaraciones efectuadas por personas de la causa, sobre importantes cantidades de dinero, llevadas supuestamente a la sede del PSOE y de la que no se aportan argumentos contundentes para desmentir; ahora, resulta que todo son inventos de algunos medios de comunicación que sólo informan con datos de la UCO y que evidentemente han realizado una labor de investigación periodística.
En realidad, lo que el Gobierno parece querer, es que no se investigue nada, y que el señor Ábalos, una de las personas más cercanas al Presidente del Gobierno, durante años y ex Secretario General, es una especie de “garbanzo negro” del que la dirección no sabía nada de sus andanzas, a lo ancho de este mundo.
Al margen de lo que la Justicia determine en su día, y respetando por supuesto la presunción de inocencia, hay cosas en la vida, que son de sentido común y querer “contar milongas”, es sólo una muestra de impotencia ante los supuestos gravísimos hechos y como decimos aún peor “reírse” de los ciudadanos a su cara.
La gran tarea de los ciudadanos es hacernos respetar por los dirigentes políticos, que más parecen actuar como aprendices de “dictadores”.