La existencia de un clase media fuerte y con capacidad de gasto, es la mejor garantía de estabilidad social y económica en cualquier país.
Sin embargo, en España, esta perdiendo fuerza la llamada clase media en beneficio de las clases más bajas y más altas, es decir, se esta produciendo después de la crisis económica, una sociedad más dual, con los riesgos que se pueden originar a medio plazo si no se corrige la situación, que a pesar de ello, todavía no es de total gravedad, pues la clase media, según un estudio de La Caixa recogido por El Confidencial, representa 59,30 por ciento, situándose en la media de los países de la OCDE.
La clase media, es la que soporta sin duda más presión fiscal y hasta cierto punto, la peor tratada por las diferentes Administraciones, al ser poco conflictiva.
Sin embargo, las clases medias son garantía de justicia social y de dignidad de la persona y el mejor antídoto contra el populismo de cualquier signo.
Un aumento de las diferencia sociales, supone un riesgo evidente de desestabilización y de otras perversas consecuencias, para una convivencia en paz y libertad.