La manipulación informativa que está sufriendo la sociedad española, es digna de análisis.
Se han establecido sobre bases falsas, historias aún más falsas, una forma de ver la sociedad que nos rodea, totalmente perjudicial para un sentido común sano.
Manipulación de la verdad permanentemente, ocultación de los asuntos importantes y exaltación de los meramente colaterales, todo ello con un servilismo partidista al poder, nunca hasta ahora conocido en la democracia española en los últimos cuarenta años.
Capitulo especial en todo este proceso, lo tienen muchas de las televisiones de carácter nacional, con programaciones sensacionalistas, que generalmente sacan lo pero del ser humano, por otro lado tertulias políticas sesgadas, que nada aportan sino división y enfrentamiento.
Sobre tanta manipulación y mentira, algunos grupos mediáticos presumen de pingües beneficios, olvidándose que son un servicio público y que están obligados a contribuir a una sociedad más y mejor formada.
Sin duda, son corresponsables de tanto enfrentamiento y tanta tensión.