Cada vez son más las personas que dicen que para evitar crisparse, están dejando de ver las declaraciones de nuestros políticos en general y del Gobierno en particular.
Cuando la clase política y también una parte de la periodística, pierde la credibilidad, la situación se puede convertir en una tormenta perfecta.
Llevamos demasiados años con mentiras por parte de la clase política, la sociedad miraba hacía otro lado, porque los mensajes eran siempre aparentemente favorables, es una especie de defensa que tenemos todos los eres humanos: huir de la realidad y de la verdad.
Todos los partidos en general, mienten y han mentido, pero lo de este Gobierno es de un nivel superior que ha generado un hartazgo en la sociedad de “gran calado”.
La largas intervenciones, para no decir nada, demuestran que faltan ideas y capacidad de gestión y que los asesores de imagen que dicen son tan buenos, están fracasando estrepitosamente, porque es imposible vender “humo” todos los días, no ser humilde, ni cercano y tener una pandemia con tantos muertos y que ha generado tanto sufrimiento.
Hubiera sido mucho más positivo para la sociedad y también para el Gobierno, haber mostrado humildad y haber reconocido su mala gestión y haber llamado a todos a un pacto de Gobierno, con un ejecutivo de técnicos y no de aprendices.
Sin embargo, la prepotencia y la soberbia va a ser “la tumba” de casi toda la clase política, sobre todo de los que más poder tienen.