Este 16 de Julio, Festividad de Nuestra Señora del Carmen, será un poco distinto, pero no en los sentimientos y en los recuerdos de los que celebramos esta festividad de la Patrona la Marina Mercante y de la Armada.
Paras mi, es un día de recuerdos especialmente de amigo Kalín, de su motora “Rampa de Colás”, de cómo vivía la procesión marítima con la imagen de la Virgen del Carmen y la procesión terrestre que partía del templo de los Padres Carmelitas.
Recuerdos imborrables, que suelo refrescar leyendo capítulos de su libro “El Puertochico que yo conocí”, en el que recoge muchas historias y anécdotas de esta zona de la ciudad y de sus habitantes, recuerdos de una forma de vivir y ser.
Querido Kalín, cada año te pido lo mismo, pero así lo siento y los escribo, intercede ante la Santísima Virgen a la que tanta devoción tenias, estoy seguro que te hará caso, te pido por esta España nuestra, por tu querida ciudad de Santander, por tu tierra de Cantabria y por tus amigos entre los que me encuentro, como bien sabes, este año lo necesitamos aún más.
Que aquella experiencia de luz que me contaste y que tanto bien te hizo, sirva también para iluminarnos a nosotros.
Me despido de momento querido Kalín, con tu poesía favorita de Manuel Arce: “Que camino venga a tu encuentro, que el viento sople siempre por tu espalda, que el sol te caliente la cara, y hasta que volvamos a vernos que la Virgen del Carmen te lleve en la palma de su mano”.