Cuando uno viajaba a países de la orbita comunista, del este de Europa, podía comprobar la existencia de colas de ciudadanos, esperando su turno para obtener alimentos, realizar un trámite burocrático o ante un consulado para obtener un visado para poder salir al exterior.
Me acuerdo la larga cola que llegaba hasta el mismo avión, la primera vez que visite Budapest, en un aeropuerto gris y triste, como triste era aquella sociedad oprimida.
En Cuba, también son especialistas en colas, para cualquier cuestión.
Colas, para comprar un litro de leche, colas para obtener un muslo de pollo, colas para todo.
En España, debido a la pandemia, parece que se ha tomado la moda de tener colas para muchas cuestiones, colas que no debiéramos tolerar.
Colas, ante una entidad bancaria, todo para ahorrar personal, colas ante correos, ignoro las causas, colas ante las oficinas de la Seguridad Social y así en demasiados sitios.
La situación actual de la pandemia, no justifica en modo alguno la existencia de colas y se esta aprovechando la situación para tratar al ciudadano de manera un tanto dictatorial.
No toleremos, que aprovechando la pandemia, se intente instalar la moda de las colas al modo soviético, será un forma de vejación a nuestro derechos.
Somos ciudadanos libres y no súbditos.