El señor Sánchez, ha dicho que hay que tener empatía con los independentistas que están en prisión y se muestra dispuesto a realizar reformas en la ley para bajar sus penas, es decir, se muestra dispuesto a legislar “a la carta”, lo que es una aberración jurídica.
El gobierno nos emplaza a tener empatía con lo que quieren romper España, se mofan de todo los español y presentan a los españoles con seres opresores.
Sin embargo, el señor Sánchez no nos pide tener empatía con los familiares de víctimas del Covid-19 cuyo número real se nos oculta y no conocemos sus nombres, no nos pide tener empatía con los que todavía no han cobrado el ingreso mínimo vital, ni los ERTE, ni con los autónomos que ha tenido que cerrar para siempre su negocio, ni con los empresarios de hostelería abandonados a su suerte.
Tener un Presidente de Gobierno tan comprensible con los que independentistas y tan impasible con los que realmente sufren, es una autentica pena para esta país y para la gente de bien.
Con este criterio ético y moral, vamos al desastre total, si la sociedad no reacciona.